La calidad de la conectividad en la infraestructura tecnológica de un hotel puede generar hasta un aumento de 121,8% en ingresos, gracias a la digitalización que impulsa en las operaciones y procesos.
Una red inestable o saturada complica procesos internos como reservas, mantenimiento y comunicación del personal y afecta directamente la experiencia del viajero, generando frustraciones y malas reseñas que pueden dañar la reputación del hotel.
La preferencia por experiencias ágiles y sin fricciones continúa creciendo entre los huéspedes de hotel.
Cerca de 50% ya opta por hacer el check-out desde su smartphone, mientras que 43% de los viajeros de lujo esperaba evitar filas por completo, según el 2025 State of Guest Tech Report, generado por Vingcard | ASSA ABLOY.
Estos datos reflejaron cómo la conveniencia móvil se consolidaba como una expectativa básica en el sector.
Paralelamente, la inteligencia artificial dejaba de ser vista como una innovación emergente para posicionarse como un recurso clave: el 58% de los huéspedes consideraba que podía mejorar de manera significativa su experiencia.
La gestión en una hospitalidad moderna requiere una infraestructura tecnológica capaz de soportar operaciones sin interrupciones. Sistemas internos como gestión, reservas, control de acceso, mantenimiento, seguridad y comunicación dependían en gran medida de una red robusta y segura.
Ante ello, una falla en la conectividad podía traducirse en retrasos, errores administrativos o problemas de comunicación que afectaban directamente la calidad del servicio, la eficiencia operativa, así como la experiencia y seguridad de los viajeros.
Todo gerente reconoce que la importancia de la conectividad no se limitaba a la operación interna: la reputación del hotel también estaba en juego.
Según el reporte de Vingcard | ASSA ABLOY, 69% de viajeros esperaba funciones inteligentes durante su estancia, así pues, los hoteles no tenían más remedio que ofrecer experiencias conectadas en todo momento, ya que –en la era de las reseñas digitales– un incidente técnico o una experiencia frustrante relacionada con problemas de conectividad podía convertirse en una valoración negativa que impactaba la percepción de otros viajeros y podía influir decisivamente en las decisiones, afectando la rentabilidad y la competitividad del hotel.
Los desafíos frecuentes de la conectividad hotelera
A pesar de su relevancia, muchos hoteles enfrentaban obstáculos importantes para proporcionar una conectividad estable y de calidad, entre los principales se encontraban:
- La insuficiente infraestructura de red, que limitaba el ancho de banda y generaba cuellos de botella, especialmente en periodos de máxima ocupación.
- La codependencia de múltiples dispositivos que incrementaban la demanda de capacidad y la complejidad en la gestión del tráfico.
- La fragmentación de soluciones tecnológicas y proveedores, dificultando una gestión centralizada y eficiente.
- La dificultad de garantizar cobertura plena en todas las áreas del hotel, incluyendo habitaciones, zonas comunes y exteriores.
Estas problemáticas afectaban la experiencia del huésped y la eficiencia operativa, generando retrasos, quejas y pérdida de ingresos.
La respuesta a estos desafíos era simple: una red confiable y segura era un activo que generaba valor tangible. La inversión en una infraestructura bien diseñada, que incluya hardware y software especializado para entornos hoteleros permitía operaciones eficientes y sin interrupciones.
4 soluciones clave para la conectividad del futuro
- Gateways de Internet de alta velocidad (HSIA): gestionan eficazmente la demanda de múltiples dispositivos y contenidos multimedia en HD, garantizando una experiencia fluida, priorizando servicios críticos y permitiendo la integración con sistemas de gestión propietaria y programas de fidelidad.
- Infraestructura Wi-Fi: compuesta por switches PoE, puntos de acceso y plataformas de gestión centralizada, proporciona alta performance y confiabilidad, además de facilitar la expansión y adaptarse a nuevas tecnologías.
- Portal exclusivo para huéspedes: una vía personalizada y segura para gestionar el acceso de clientes y visitantes, mejorando su experiencia y fidelización mediante procesos de autenticación en múltiples idiomas, integración con sistemas de gestión y campañas promocionales.
- Tecnología Passpoint: la próxima generación en conectividad Wi-Fi, que permite accesos automáticos, seguros y sin interrupciones, incluso en redes interconectadas, fortaleciendo la protección contra amenazas y facilitando la gestión de relaciones con huéspedes recurrentes.
Estas soluciones permitían ofrecer, tanto a empleados como huéspedes, conexiones rápidas, estables y seguras, eliminando interrupciones y gestionando eficientemente el ancho de banda. Los beneficios incluían:
- Mejora en la productividad interna y en la experiencia del cliente.
- Capacidad para integrar soluciones innovadoras como IoT o servicios personalizados.
- Mayor control sobre la infraestructura, menor necesidad de intervención técnica y reducción de fallas técnicas.
Desde la perspectiva de los gerentes y directivos de hotel, esto se traducía en un control total sobre la infraestructura y menos tiempo dedicado a resolver problemas relacionados con la conectividad, que se traducían en una mayor disponibilidad para centrarse en otros aspectos estratégicos del hotel.
En un mercado donde cada interacción digital influye en la percepción del huésped y en la reputación del hotel, contar con una infraestructura de conectividad sólida se convertía en un diferenciador clave.
Por tanto, la gestión de la hospitalidad moderna requería de ver a la infraestructura de conectividad como un activo estratégico, capaz de impulsar el crecimiento, mejorar la experiencia del cliente y fortalecer la competitividad en un mercado en constante evolución.