El primero es el liderazgo. Los líderes deben comprender de qué se trata esta nueva tecnología, para poder aplicarla de forma efectiva en sus organizaciones.
Hoy toda empresa es tecnológica y la IA Generativa es la tecnología que más potencial transformador tiene para los negocios en la última década.
Sin embargo, en un estudio reciente de Accenture 65% de los ejecutivos a nivel mundial reconoció que carece de la experiencia tecnológica necesaria para la transformación liderada por la inteligencia artificial generativa.
Es importante que se sumerjan en la tecnología. A medida que aprendan, podrán escalarla de manera más efectiva y liderar de manera responsable mientras reinventan el trabajo y reestructuran la fuerza laboral.
Segundo, las empresas deben reinventar la forma en que trabajan. Esto significa repensar flujos de trabajo completos, alinear el uso de la inteligencia artificial generativa con los objetivos comerciales para mejorar la eficiencia, la innovación y romper silos.
También son necesarios nuevos modelos de talento para fomentar una cultura donde las personas moldeen su trabajo y cómo fluye a través de la organización; a medida que cambian los procesos, también lo hace el trabajo.
Asegurar que las habilidades y la adaptabilidad—tanto de humanos como de máquinas—mantengan el ritmo de los cambios en toda la cadena de valor es crucial.
El tercer aspecto clave es que las empresas deben reestructurar la fuerza laboral. Esta tecnología demanda una fuerza laboral ágil y dinámica.
A medida que el trabajo y los roles cambien, la mayor capacidad puede liberar tiempo y talento para actividades de mayor valor. Pero el aprendizaje debe ser dinámico.
Y a medida que el uso de esta tecnología crezca, las organizaciones deben aprovechar aún más herramientas y tecnologías como el mapeo de habilidades y la ontología para facilitar transiciones suaves de roles en declive a roles emergentes.
A medida que el trabajo y los roles cambien, se aumentará la capacidad, lo que liberará tiempo y talento para transiciones y/o la creación de nuevos roles que mejor se alineen con los resultados estratégicos de los clientes y del negocio.
Por último, pero no menos importante, está la capacitación. Las organizaciones deben preparar hoy a sus trabajadores para trabajar en conjunto con la IA Generativa.
Esto incluye invertir en ayudar a los trabajadores a adquirir habilidades técnicas relevantes en el mercado y la capacidad de colaborar con máquinas. También necesitarán enfocarse en habilidades blandas.
Avanzar en estos aspectos es una gran oportunidad.
De acuerdo con nuestro estudio, en el caso de que las organizaciones adopten la IA Generativa de forma responsable, con foco en las personas y un desarrollo a escala, se podrían crear u$s 10,3 billones de valor económico hacia el año 2038.