Los profesionales más jóvenes irrumpen con fuerza en el mercado laboral y no se conforman con un sueldo atractivo: aspiran a colaborar en entornos que brinden sentido, esquemas flexibles, oportunidades de crecimiento y bienestar integral.
Para los empleadores, atender estas expectativas dejó de ser un diferencial y se volvió una condición indispensable para atraer y fidelizar a estos perfiles.
De acuerdo con el “2025 Gen Z and Millennial Survey” de Deloitte, la falta de oportunidades de desarrollo y la desconexión con los valores corporativos son motivos decisivos para que la Generación Z cambie de empleo.
En paralelo, el “Market Research 2025” de Pandapé muestra que 6 de cada 10 compañías en México y Latinoamérica enfrentan problemas de rotación, con repercusiones directas en productividad y costos.
Para Haydeé Jaime, Content Strategy manager de Pandapé, “cada vez es más claro que las nuevas generaciones no se sienten atraídas únicamente por un puesto o un sueldo; más allá, esperan procesos claros, experiencias personalizadas y un ambiente donde la tecnología facilite la comunicación y la transparencia. Ahí es donde Recursos Humanos (RRHH) necesita evolucionar y poner al talento en el centro de la estrategia”.
Propósito con impacto
Los trabajadores nacidos a finales de los 90 y principios del 2000 buscan identificarse con la misión institucional y encontrar en su trabajo un sentido que trascienda, que refleje cómo las acciones cotidianas generan aportes sociales o ambientales.
Por este motivo, las iniciativas de responsabilidad comunitaria o proyectos internos con impacto positivo en la sociedad y el ambiente fortalecen el vínculo con este grupo.
Flexibilidad real
El equilibrio entre vida personal y laboral es una prioridad crítica. Modelos híbridos, horarios adaptables y licencias inclusivas forman parte de sus expectativas. De ahí que, menciona Haydeé Jaime, las políticas de flexibilidad deben transformarse en experiencias concretas que respalden el bienestar diario de los equipos.
Crecimiento continuo
La generación más joven otorga gran valor a la capacitación y al aprendizaje. El 76% de los centennials considera que adquirir nuevas habilidades influye directamente en su permanencia dentro de una compañía.
Para ellos, programas de formación, movilidad interna y planes de carrera claros son fundamentales, y a la vez, para las compañías, se convierten en herramientas estratégicas para reducir la rotación.
Transparencia y comunicación constante
Desde la postulación hasta la retroalimentación, los procesos claros son fundamentales. La falta de información sobre las responsabilidades reales de un puesto debilita la confianza del personal.
La transparencia mejora la experiencia de los candidatos y consolida la reputación de la organización en un mercado cada vez más competitivo.
Bienestar integral como prioridad
El talento joven busca entornos que promuevan la salud mental y el equilibrio personal. Beneficios flexibles, programas de bienestar y políticas de desconexión digital ganan terreno frente a esquemas tradicionales.
Adoptar estas prácticas de forma genuina puede ser la clave para diferenciarse en un entorno marcado por el burnout y la alta rotación.
“Hoy quienes logran conectar con la generación joven no son aquellos empleadores que ofrecen únicamente un buen salario, sino aquellos que entienden sus expectativas de desarrollo, transparencia y bienestar. En mi experiencia, el reto no consiste en sumar beneficios aislados, sino en construir una cultura coherente que ponga a las personas en el centro. Sólo así se crea una propuesta de valor auténtica, capaz de atraer y retener a quienes transformarán el futuro del trabajo”, concluye Jaime.