Más del 90% de las empresas en América Latina no están preparadas para el cambio que está marcando la Inteligencia Artificial (IA) en la manera en que los consumidores buscan información y toman decisiones.
Este desconocimiento las expone a perder reputación y ventas, especialmente porque el comportamiento de los usuarios está migrando rápidamente hacia plataformas de IA conversacional como ChatGPT, Gemini, Copilot o Google SGE (Search Generative Experience).
Mientras menos de la mitad de las empresas en la región utiliza estrategias de SEO tradicional (43%, según datos disponibles), se estima que sólo entre un 5% y un 10% está explorando o aplicando Generative Engine Optimization (GEO), una estrategia emergente que define cómo las marcas pueden posicionarse en las recomendaciones de estas plataformas de IA.
Las marcas ya no pueden conformarse solo con estrategias SEO; deben optimizar su presencia en entornos de IA.
Es crucial monitorear y optimizar nuestra imagen en estas plataformas, ya que los consumidores están migrando de Google a ChatGPT, plataforma que no solo responde a sus búsquedas, sino que además puede brindar recomendaciones, actuando como un influencer muy potente.
La evolución de los buscadores hacia la IA Conversacional
A medida que los usuarios buscan respuestas más directas y personalizadas, las IA conversacionales están tomando un rol protagonista.
Estas plataformas ofrecen respuestas rápidas y adaptadas a las preguntas de los usuarios, priorizando recomendaciones y soluciones que en ocasiones desplazan a los resultados típicos de búsqueda.
Esto está generando una caída en la interacción directa con sitios web. Desde Search Engine Land, estiman escenarios de pérdidas de entre el 18% y el 24% del tráfico orgánico, mientras que desde Brandignity, el descenso podría alcanzar el 30%.
Aunque aún es incierto el impacto total de la IA en el tráfico orgánico hacia sitios web, las proyecciones apuntan a una disminución significativa. Si tu estrategia dependía de convertir visitas orgánicas en leads, es esencial reconsiderar el enfoque.
Lo que sí se sabe es que el 65% de los consumidores afirmó estar abierto a recibir recomendaciones directamente de IA conversacionales, lo que exige que las marcas adapten sus estrategias de contenido para aparecer en las respuestas de estas plataformas.
El nuevo concepto de GEO (Generative Engine Optimization) surge como respuesta a esta evolución.
Mientras que el SEO tradicional se enfoca en palabras clave y optimización de contenido para ser encontrado en las primeras posiciones de Google, el GEO se centra en cómo las marcas pueden posicionarse dentro de las recomendaciones de las IA conversacionales.
Esta estrategia es crucial, ya que las respuestas generativas no solo proveen información, sino que generan influencia de compra que impacta directamente en la toma de decisiones del consumidor.
Dime qué quieres, y la IA te dirá a dónde ir o qué comprar
Imaginemos a una cadena de restaurantes que tradicionalmente se enfocaba en SEO para atraer clientes.
Con la llegada de plataformas de IA conversacional, un usuario pregunta: “¿Dónde puedo comer la mejor pizza en Buenos Aires?”.
En lugar de mostrar resultados orgánicos con enlaces a sitios web, la IA genera una lista de recomendaciones basada en las opiniones más consistentes disponibles.
Si esta cadena de restaurantes no está posicionada estratégicamente en las plataformas de IA, su nombre podría quedar fuera de la respuesta generada.
El usuario elige otro restaurante basado en la recomendación, y la oportunidad de negocio se pierde.
Ahora pensemos en un caso similar, pero con una marca que implementó una estrategia GEO: sus datos están optimizados para ser incluidos en estas recomendaciones generativas.
Como resultado, es una de las primeras opciones que la IA sugiere, logrando captar al cliente, pero sobre todo, elevar su reputación que, en marketing, lo es todo.
IA como nuevo canal de influencia de marca
Algunos sectores como el turismo y el retail han comenzado a incorporar IA para brindar recomendaciones personalizadas a través de asistentes virtuales.
Plataformas como Expedia utilizan IA para sugerir destinos basados en preferencias personales, y marcas minoristas implementan asistentes virtuales que personalizan recomendaciones según los gustos del consumidor.
Asimismo, han surgido «influencers virtuales» como Lil Miquela y Hatsune Miku, que han ganado gran popularidad y colaborado con marcas reconocidas como Calvin Klein y Balenciaga.
Estos personajes digitales, creados con IA, logran tasas de interacción mayores que muchos influencers humanos, permitiendo a las marcas controlar completamente su mensaje y mejorar la percepción de innovación tecnológica.
Uno de los mayores beneficios de los influencers digitales creados con IA es la flexibilidad que brindan a las marcas. Estos embajadores virtuales permiten ahorrar en costos y ofrecen una imagen controlada, sin las complejidades que a menudo surgen al trabajar con influencers humanos.
Como ejemplo, Shudu, la primera supermodelo digital, ha firmado contratos con marcas como Tiffany’s, Fenty, y Balmain y aclara que estos personajes digitales, al ser creados desde cero, pueden adaptarse perfectamente a las estrategias de marketing, evitando problemas relacionados con la imagen y los valores de los influencers tradicionales.