La actualización de sistemas y plataformas se ha transformado en un elemento necesario para garantizar la resiliencia y continuidad de las organizaciones en Chile.
De acuerdo con StatCounter, un 51,7% de los usuarios ya operaba con Windows 11, mientras que un 44,6% aún permanecía en Windows 10.
Esta transición, lejos de ser solo una brecha técnica, abrió una oportunidad estratégica: avanzar hacia entornos más modernos no solo optimizaba procesos, sino que también reforzaba la seguridad frente a ciberamenazas y facilitaba la incorporación de innovaciones a nivel global.
Las amenazas digitales, cada vez más sofisticadas, afectaban directamente la continuidad de sectores críticos. Estas vulnerabilidades no solo interrumpían operaciones, sino que también comprometían cadenas de suministro esenciales y ponían en riesgo la seguridad de las personas.
En este sentido, el estudio “Ciberataques a la logística y la infraestructura crítica en América Latina y el Caribe” de la CEPAL destacó la presencia de ciberataques dirigidos específicamente a la infraestructura crítica y la logística en países como Argentina, Perú, Colombia, Chile y Ecuador, subrayando la urgencia de fortalecer su resiliencia ante este creciente riesgo regional.
En este escenario, resultó indispensable que las organizaciones comprendieran que la actualización tecnológica no era únicamente un cambio operativo, sino una decisión estratégica que impactaba en la continuidad de los negocios y en la confianza de sus clientes.
Según el estudio, los sectores más afectados por ciberataques en la región eran educación e investigación, seguidos por el ámbito gubernamental y el de salud.
También se identificó que el comercio minorista presentó el mayor crecimiento interanual en este tipo de ataques (69%), seguido por salud (60%) y finanzas (40%).
En el escenario digital de Chile, el reporte del “Laboratorio de Inteligencia y Análisis de Amenazas” de Fortinet indicó que el país registró 4.200 millones de intentos de ciberataques durante los primeros seis meses de 2025, mientras que en todo 2024 se contabilizaron 27.600 millones de intentos en la región, cifra que representó el 25% de los ataques a nivel mundial.
La gestión proactiva del ciclo de vida del hardware fue esencial en los procesos operativos. La falta de evaluaciones periódicas dejó la infraestructura con vulnerabilidades que se magnificaron ante el cambiante panorama de amenazas.
Bajo este escenario, Siemens advirtió que los entornos industriales que operaban con software o hardware desactualizados perdían capacidad de detectar intrusiones, monitorear redes críticas o recibir alertas en tiempo real.
Esta brecha tecnológica podía derivar en consecuencias como paralización de operaciones, compromisos económicos y riesgo para la seguridad física.
Paralización de operaciones: un ataque exitoso podía detener por completo la producción, generando pérdidas millonarias y afectando la cadena de suministro.
Según el IBM Cost of a Data Breach Report 2025, los compromisos en la cadena de suministro fueron el segundo vector de ataque más frecuente y costoso, con un costo promedio de u$s 4,4 millones por incidente.
Impacto económico de la interrupción operacional: una embestida exitosa podía detener la producción y generar consecuencias financieras graves.
Según el Informe del Costo de una Filtración de Datos 2023 de IBM y Ponemon Institute, “el costo promedio global asociado a la respuesta post-incidente y remediación de una filtración de datos fue de u$s 1.34 millones”,.
Compromiso de activos críticos: información sensible, propiedad intelectual y datos operativos podían ser robados, alterados o destruidos, afectando la competitividad y la reputación.
Entre las ciberamenazas más frecuentes figuraban los ataques de diccionario, que probaban combinaciones de contraseñas a partir de listas de uso común hasta vulnerar los sistemas.
Riesgo para la seguridad física: en industrias críticas, una falla en los sistemas de control causada por un ciberataque podía derivar en accidentes graves, desde paralizar transportes hasta interrumpir equipos médicos esenciales en hospitales, poniendo en riesgo vidas.
Daño reputacional y legal: filtraciones de datos y paralizaciones operativas erosionaban la confianza de clientes e inversores, y podían derivar en multas y litigios.
En Chile, las infracciones a la Ley N° 19.628 sobre Protección de Datos Personales podían implicar sanciones que iban desde una amonestación por escrito hasta multas de hasta 20.000 UTM.
Estrategias para una actualización segura y eficiente
Para acompañar a las organizaciones en una transición tecnológica fluida, recomiendo:
• Inventario y evaluación de activos: identificar qué equipos eran compatibles y cuáles debían reemplazarse.
• Respaldo robusto de datos: implementar respaldos contundentes de todos los archivos para simplificar restauraciones y minimizar pérdida de información durante la transición.
• Pruebas exhaustivas de compatibilidad: validar la compatibilidad de las aplicaciones críticas antes de una implementación masiva; usar gemelos digitales para simular actualizaciones sin interrumpir la operación real.
Entiendo la ciberseguridad desde un concepto claro: defensa en profundidad. El mismo actuó integrando la ciberprotección a lo largo de todo el ciclo de vida de sus productos.
En este marco, las soluciones Edge y el IoT forman parte integral de la estrategia de digitalización, abarcando desde la captura de datos en el terreno hasta su procesamiento en la nube.
La oferta incluía arquitecturas, blueprints y lineamientos con certificaciones internacionales como la IEC 62443, que garantizaban estándares de seguridad en IoT e integración en entornos industriales.
Es importante que tanto pymes como grandes empresas comprendan que actualizar infraestructuras no es solo una respuesta a la evolución tecnológica, sino una decisión estratégica que impacta en la competitividad, la seguridad y la sostenibilidad.
Las organizaciones que actúen hoy no solo protegerán sus operaciones frente a vulnerabilidades inminentes, sino que se posicionarán con una infraestructura ágil, escalable y preparada para responder con rapidez a los desafíos y oportunidades del entorno digital.
