sábado, abril 12, 2025

Deepfakes y posverdad: ¿Somos o nos hacemos?

Los deepfakes, contenidos audiovisuales generados con inteligencia artificial, están transformando la percepción pública y desafiando la verdad. Su impacto abarca desde el acoso escolar hasta la manipulación de información a nivel político y social.

El fenómeno de los deepfakes—contenidos audiovisuales falsificados con inteligencia artificial—ha aterrizado en nuestra sociedad, alterando la percepción pública y planteando serios desafíos éticos y morales.

Aunque la IA ofrece miles de aplicaciones positivas, su uso indebido genera creciente preocupación, especialmente cuando afecta a menores de edad y potencia la posverdad.

El término deepfake surge de la combinación de deep learning (aprendizaje profundo) y fake (falso), refiriéndose a imágenes, videos o audios generados mediante algoritmos sofisticados que imitan con sorprendente exactitud a personas reales.

Su impacto va desde la creación de contenido sexualizado falso hasta la difusión de noticias manipuladas, afectando gravemente la percepción colectiva de la realidad.

Deepfakes y acoso escolar

Recientemente, se han reportado casos donde adolescentes usan estas herramientas para crear imágenes falsas de compañeros, generando traumas emocionales profundos y situaciones de acoso escolar grave.

El daño psicológico derivado de la circulación de estos materiales es significativo. Estudios recientes indican que las víctimas enfrentan estrés, ansiedad y depresión, afectando su autoestima y confianza personal.

Especialistas en psicología adolescente recomiendan intervenciones educativas tempranas y programas de concientización para estudiantes, padres y docentes.

Posverdad: cuando la realidad se desvanece

El impacto de los deepfakes no se limita a los menores de edad. Adultos en todo el mundo se enfrentan a la dificultad de distinguir entre hechos reales y fabricados con IA, fenómeno que alimenta la posverdad.

El Diccionario de Oxford define la posverdad como una situación donde los hechos objetivos tienen menos influencia en la opinión pública que las emociones y creencias personales. Esto convierte a las sociedades en cámaras de eco de la desinformación.

La combinación de fake news y deepfakes puede tener consecuencias desastrosas. Desde campañas de desinformación en elecciones hasta la generación de conflictos sociales y políticos, la facilidad para crear y distribuir contenido falso requiere regulación urgente.

Este problema no es nuevo. Organizaciones globales han advertido sobre la contaminación de contenido digital, ahora exacerbada por las IAs generativas.

El resultado es una creciente apatía informativa: «Si todo puede ser mentira, nada es verdad».

Deepfakes y estafas sofisticadas

El auge de las estafas mediante deepfakes añade otra capa de complejidad. Técnicas avanzadas de falsificación audiovisual permiten a estafadores imitar a figuras de autoridad, como ejecutivos y políticos, así como a familiares de personas comunes.

Estos fraudes explotan nuestros sesgos cognitivos:

  • Confianza en la identidad de quien nos habla
  • Presión temporal y urgencia en decisiones financieras
  • Realismo visual y auditivo que dificulta la detección

¿Cómo combatir los deepfakes?

La responsabilidad es compartida. Plataformas digitales deben implementar sistemas para detectar y bloquear contenido falso, mientras que las instituciones educativas deben fortalecer la formación en pensamiento crítico.

A nivel personal, algunas estrategias clave incluyen:

  1. Verificar la información en al menos dos fuentes confiables antes de compartirla.
  2. Proteger la privacidad de menores en redes sociales, limitando el acceso a sus imágenes.
  3. Establecer palabras clave de seguridad con familiares para validar la identidad en llamadas o mensajes sospechosos.

El equilibrio entre innovación tecnológica y ética es el desafío central. La capacidad individual de discernir la verdad es la última línea de defensa. Fomentar la alfabetización digital es fundamental para que las personas aprendan a cuestionar y verificar lo que consumen en línea.

Eduardo Laens
Eduardo Laens
Docente secundario, universitario y CEO de Varegos.
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