sábado, diciembre 20, 2025

¿Van a desaparecer las tarjetas plásticas de identificación? La evolución hacia el ecosistema híbrido

En el debate sobre la gestión de identidades, se suele afirmar que las tarjetas plásticas desaparecerán. Sin embargo, Aquí explico por qué estas credenciales están evolucionando hacia formatos inteligentes y esenciales para sistemas híbridos.

En el debate de la evolución de seguridad y gestión de identidades, suele repetirse el argumento de que las tarjetas plásticas están destinadas a desaparecer. Se piensa que el avance de las credenciales digitales las volverá obsoletas.

Sin embargo, la realidad es más compleja: las tarjetas no se extinguen, se transforman. Su papel se reconfigura como una herramienta inteligente capaz de integrarse en arquitecturas híbridas de seguridad. Esto aporta un valor operativo crucial donde la verificación visual continúa siendo indispensable.

La innovación tecnológica no siempre significa un reemplazo inmediato. En muchos entornos, lo que realmente importa es contar con la tecnología más adecuada para el nivel de riesgo y las condiciones de uso.

Una credencial física puede ser más confiable en escenarios donde la autenticación visual directa es fundamental. En estos casos, la tarjeta funciona como un control de acceso básico: quien la porta tiene el derecho de estar.

Más que un dilema entre lo nuevo y lo tradicional, se trata de aplicar lógica a la conveniencia sin sacrificar la seguridad. Las credenciales físicas evolucionan hacia formatos inteligentes que se integran con sistemas digitales y biométricos.

Esta transición marca un futuro donde lo tangible y lo digital conviven como piezas complementarias. Las tarjetas se convierten en componentes estratégicos dentro de ecosistemas de seguridad cada vez más complejos.

El rol insustituible de la tarjeta impresa

Existen sectores donde la tarjeta física continúa siendo fundamental para la seguridad institucional. En el ámbito gubernamental, los documentos de identidad y permisos requieren un soporte tangible verificable de manera inmediata.

En hospitales y clínicas, permite validar rápidamente al personal médico y pacientes. Esto es vital incluso en situaciones de emergencia donde la validación digital puede ser limitada por fallas de red.

Asimismo, en instalaciones críticas como aeropuertos, plantas industriales o puertos, la credencial física funciona como un control directo frente a la suplantación. Aporta confianza en procesos que no pueden depender únicamente de sistemas digitales.

Lo mismo ocurre en corporaciones de sectores estratégicos como energía, minería o consumo masivo. Allí, las tarjetas deben cumplir con estrictos estándares de identidad visual y trazabilidad, reforzando la legitimidad de cada operación.

De las tarjetas físicas a las tarjetas inteligentes

La evolución hacia las tarjetas inteligentes no es una sustitución lineal, sino una transición marcada por la necesidad de integrar seguridad documental con capacidades digitales.

Las organizaciones enfrentan el reto de la incompatibilidad entre sistemas heredados y nuevas plataformas. Resolver esta brecha exige innovación en hardware y software que actúe como puente de interoperabilidad.

En el plano físico, la tecnología de impresión en alta definición (HDP) ha elevado el estándar institucional. Esta técnica asegura acabados uniformes y la mejor calidad de imagen, incluso en tarjetas con componentes internos.

A diferencia de la impresión directa, la tecnología High Definition Printing (HDP) imprime primero en una película que luego se fusiona térmicamente con la tarjeta. Esto crea una capa indivisible que protege contra manipulaciones y fraudes.

La verdadera transformación ocurre cuando estas credenciales se convierten en tarjetas inteligentes capaces de almacenar datos biométricos, personales y de acceso. Aquí aseguran que la información fluya de manera segura y estandarizada.

Hoy existen lectores capaces de aceptar múltiples formas de identidad, desde tarjetas físicas hasta PIN o biometría. La emisión evoluciona hacia soluciones bajo demanda que integran impresoras y fuentes de datos en un solo flujo.

Datos seguros y prioridades estratégicas

La evolución hacia formatos inteligentes en América Latina debe entenderse desde la gestión segura de los datos. Si la información biométrica u operativa no se protege adecuadamente, se genera un punto de alta vulnerabilidad.

La trazabilidad y la autenticación visual deben estar acompañadas de políticas sólidas de protección de datos y un cifrado robusto. La seguridad documental ya no se limita al soporte físico, sino que se extiende al ecosistema digital.

Las prioridades de los fabricantes y las organizaciones convergen en construir sistemas preparados para el futuro. Se debe garantizar durabilidad y soporte para una convivencia sin fricciones entre credenciales físicas y digitales.

Los usuarios demandan confianza institucional y facilidad operativa. Buscan la certeza de que sus sistemas de identidad podrán adaptarse a nuevas exigencias sin comprometer la seguridad en ningún nivel.

Natacha Jaramillo
Natacha Jaramillo
Especialista de HID.
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