En el marco de la Feria Food&Service, Nutrisco realizó el seminario “Tendencias y comportamientos de los consumidores”, donde el subgerente y socio de Provokers Chile, Max Purcell, presentó un estudio que analiza en detalle la composición del canal tradicional chileno, es decir, almacenes, minimarket y tiendas de barrio.
Según Sercotec, actualmente en Chile existen más de 146.000 almacenes de barrio, los cuales generan alrededor de 420.000 empleos, lo que representa aproximadamente el 5% del empleo nacional.
De este modo, entre los principales hallazgos, se cuenta que un 58% de estos locales es atendido por mujeres, siendo este negocio, para el 87% de los encuestados, su fuente de principal ingreso.
Asimismo, el 53% de estos mercados está ubicado en la misma casa del propietario del almacén.
Además, el 88% tiene menos de tres trabajadores y apenas un 19% utiliza algún software para el inventario y control de ventas. Por consecuencia, un 81% de estos locales sigue utilizando lápiz y papel para estos fines mediante un cuaderno de ventas.
Asimismo, un 23% de estos ha implementado un whatsapp para recibir pedidos.
Asimismo, el estudio revela que las personas mayores de 45 años a cargo de estos almacenes (la edad promedio es de 47 años), en su mayoría, no buscan ampliarse ni digitalizarse, sino más bien subsistir con este negocio y dedicar el tiempo libre a la familia.
La pandemia, además, se detectó como un hito relevante, pues no solo les significó su peak de ventas, sino que también les generó un lazo de confianza y de fidelización de largo plazo con sus clientes.
En este sentido, el 91% de las personas que les compran viven en su mismo barrio.
Cabe destacar que los productos más vendidos son bebidas, jugos y agua; dulces y golosinas; snacks salados, y finalmente abarrotes. En este aspecto, un 45% dice que el pan es el alimento que más venden.
Finalmente, en cuanto a sus proveedores, el 91% dice que el precio es el principal factor para elegirlos, sin embargo, al menos un 52% de los encuestados dice haber tenido algún problema con la empresa que les provee, donde los negocios ubicados en zonas extremas son los que más sufren.