En el lugar de trabajo actual, la velocidad era crucial, pero también lo eran la calidad y la creatividad detrás de cada decisión, idea y entrega.
A medida que la inteligencia artificial (IA) se integraba más profundamente en los dispositivos y aplicaciones utilizados en las empresas, se convertía en una herramienta poderosa que ayudaba a las organizaciones a trabajar más rápido, pensar de manera más inteligente y generar un mayor impacto.
Los beneficios de las aplicaciones habilitadas por IA se hacían aún más evidentes a medida que las organizaciones recurrían cada vez más a las PCs con IA.
Según un informe, el 82% de los responsables de decisiones de TI afirmaban que estos dispositivos tendrían un impacto positivo en los empleados.
Para los trabajadores, las PCs con IA ofrecían una experiencia más personalizada y privada al incorporar inteligencia directamente en los dispositivos que se usaban diariamente.
Esto creaba flujos de trabajo más adaptativos, receptivos y flexibles, ayudando a los equipos a dedicar menos tiempo a tareas repetitivas y más tiempo a lograr resultados.
En resumen, la IA no solo automatizaba tareas: amplificaba la inteligencia humana.
Eficiencia: recuperando tiempo en el día
La IA reducía el tiempo dedicado a tareas repetitivas.
Resumir documentos, establecer recordatorios, organizar notas o extraer datos se realizaba en segundos, incluso sin conexión a internet.
No sorprendía que el 83% de los responsables de decisiones de TI esperaran que las PCs con IA ayudaran a eliminar tareas repetitivas, y que el 75% afirmara que ayudaban a los empleados a concentrarse en trabajos más importantes, según IDC.
El verdadero beneficio era el tiempo recuperado.
Con la IA gestionando el trabajo rutinario, los empleados podían redirigir su atención hacia objetivos de mayor prioridad, ya fuera liderar una iniciativa estratégica, colaborar con un cliente o desarrollar una nueva idea.
En el futuro, la eficiencia no solo significaría trabajar rápidamente, sino hacerlo con mayor claridad y propósito.
Efectividad: ayudando a los equipos a trabajar de forma más inteligente
La IA no solo aumentaba la productividad: también ayudaba a los empleados a tomar mejores decisiones.
Las PCs con IA aprendían los patrones de trabajo individuales, reconocían qué era relevante para cada rol y se adaptaban para apoyar objetivos específicos.
Con un 76% de los responsables de TI esperando que las PCs con IA impulsaran la productividad, estos sistemas optimizaban el trabajo al mismo tiempo que protegían los datos sensibles de modelos públicos basados en la nube.
Ya fuera identificando riesgos antes de que se manifestaran o revelando información clave en el momento preciso, la IA mejoraba cada etapa del flujo de trabajo.
En todos los departamentos, la IA se convertía en una colaboradora silenciosa que ayudaba a los equipos a mantenerse organizados, reducir errores y tomar decisiones con más confianza.
Elevado: llevando las ideas más lejos
La IA desbloqueaba nuevos niveles de creatividad e innovación.
Una idea básica podía transformarse en una propuesta pulida, un informe claro o una presentación impactante.
De hecho, el 77% de los responsables de TI afirmaba que la personalización era una de las funciones más valiosas que ofrecían las PCs con IA, ya que permitían un trabajo más intuitivo, personalizado y creativamente empoderado.
Aquí era donde la IA potenciaba las contribuciones tanto individuales como colectivas.
Ya fuera para idear una campaña, analizar datos o perfeccionar un mensaje, la IA ayudaba a los empleados a pensar en grande, avanzar con rapidez y obtener mejores resultados.
En el futuro, no se trataría solo de hacer más cosas, sino de elevar la vara de lo que los equipos podían lograr.
El futuro comienza ahora: haciendo de la IA una ventaja cotidiana
La IA ya estaba transformando la manera en que se realizaba el trabajo.
Estaba ayudando a los equipos a recuperar tiempo, enfocar su atención y desbloquear sus mejores ideas.
Con la IA integrada en los dispositivos del día a día, el trabajo se volvía no solo más productivo, sino también más significativo.
Con un 73% de los responsables de TI afirmando que las PCs con IA habían acelerado sus planes de renovación tecnológica, muchos de ellos ligados a la transición desde Windows 10, era evidente que este cambio ya estaba en marcha.
Las organizaciones que actuaban temprano tenían más probabilidades de beneficiarse de las mejoras en productividad e innovación que estos sistemas hacían posibles.
Ahora era el momento para que las organizaciones exploraran cómo integrar las PCs con IA en sus flujos de trabajo diarios.
Cuanto antes se adoptaran estos sistemas, más pronto los equipos podrían aprovechar todo el valor de una inteligencia artificial basada en el dispositivo.