Santex celebró una nueva edición de su Hackathon, un espacio donde la tecnología, la creatividad y la colaboración se combinaron para acelerar la innovación.
Esta actividad forma parte de su enfoque de transformación interna, aprendizaje continuo y evolución constante, pilares que la posicionan como referente en la integración entre tecnología y humanidad.
La compañía sostuvo que la verdadera transformación no ocurre afuera, sino dentro de cada persona, equipo y sistema.
Por eso, impulsó iniciativas que fomentaron el pensamiento crítico, la empatía y el trabajo en equipo, habilidades que serán esenciales para el talento del futuro.
Según el World Economic Forum, el 70% de las habilidades laborales cambiarán hacia 2030. Las más demandadas (después de la inteligencia artificial) serán precisamente las humanas.
En ese contexto, la Hackathon se consolidó como un motor operativo de aprendizaje y experimentación.
Durante la jornada, los equipos de Santex se enfrentaron a desafíos reales y diseñaron soluciones aplicables en tiempo real, uniendo conocimientos técnicos con sensibilidad humana. La consigna fue clara: aprender, crear y conectar.
Este año, la empresa ya invirtió más de 9.000 horas en formación, alcanzando un promedio de 29 horas por colaborador en inteligencia artificial, análisis de datos y herramientas digitales. Este número supera el promedio, que según estudios del Association for Talent Development, rondó las 17 horas anuales.
El aprendizaje continuo es parte del ADN de Santex: cada colaborador es protagonista de su desarrollo y entiende que la inteligencia artificial no reemplaza, sino que potencia las capacidades humanas.
De hecho, solo el 1% de las empresas alcanzó madurez en IA, de acuerdo con McKinsey (2025). Apenas el 36% son consideradas “champions” en desarrollo de carrera, según el LinkedIn Workplace Learning Report.
Santex se encontró entre las que buscan superar esas métricas, combinando tecnología con propósito y cultura organizacional.
El evento fue, además, un reflejo del pensamiento global y el impacto local que guiaron la estrategia de la empresa.
Cada proyecto nacido en la Hackathon se diseñó con conciencia regional, apostando a soluciones que generaran valor real en las comunidades donde Santex tiene presencia.
“La innovación real ocurre cuando tecnología y humanidad trabajan juntas”, sostienen desde la organización.
“Si hay un gran NO en Santex, es replicar lo viejo con lenguaje nuevo. En esta nueva era, solo van a tener vigencia las personas, equipos y organizaciones que transformen su modelo mental y cultural. Si no transformamos talento y cultura desde adentro, la tecnología no nos salvará. Para ser vigente en 2030 se necesita adoptar IA con profesionalismo y potenciar habilidades como la creatividad, la empatía, el pensamiento crítico y el trabajo en equipo. Y esas habilidades no se aprenden en teoría: se entrenan en la interacción, la deliberación y la colaboración, en espacios como este”, aseguró Juan Santiago, CEO y fundador de Santex.
Para Santex, el Hackathon fue mucho más que un evento: fue una expresión concreta de su propósito. Un recordatorio de que la evolución tecnológica solo tiene sentido cuando amplificó lo humano.
Su visión fue clara: integrar tecnología, cultura y propósito para transformar desde adentro hacia afuera, construyendo una inteligencia con identidad propia y arraigo local.
En un mundo donde la inteligencia artificial redefine las reglas del juego, Santex demostró que el futuro pertenece a quienes saben aprender, desaprender y reinventarse juntos.
El Hackathon no fue un punto de llegada, sino una muestra viva de un proceso de transformación constante, impulsado por las personas y sostenido en la cultura de la compañía.
