El directorio del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) aprobó la reelección del colombiano Sergio Díaz-Granados como presidente ejecutivo de la institución.
Este nuevo mandato de cinco años refleja el respaldo de los países accionistas a una gestión que posicionó a la entidad como referente financiero regional.
El voto de confianza responde a los resultados obtenidos en su primer periodo. Bajo su liderazgo, la institución logró un crecimiento sin precedentes, con aprobaciones anuales que superan los 16 mil millones de dólares y una expansión geográfica histórica.
“Agradezco profundamente la confianza del directorio. De aquí al 2031 apuntamos a duplicar nuestra cartera e impulsar decididamente el trabajo con el sector privado”, afirmó el presidente ejecutivo.
Expansión estratégica y solidez financiera
Uno de los hitos destacados de la gestión de Díaz-Granados ha sido la incorporación de seis nuevos países. Entre ellos resalta el reingreso de Chile como miembro pleno y la suma de naciones de Centroamérica y el Caribe como El Salvador, República Dominicana y Barbados.
Esta ampliación convierte a la entidad en el banco multilateral con mayor presencia geográfica en la región. Además, la institución concretó la mayor capitalización de su historia por 7 mil millones de dólares, potenciando su capacidad de respuesta ante desafíos globales.
En términos de solvencia, Standard & Poor’s elevó recientemente la calificación de la entidad a AA+, la mejor en su historia. Este grado de inversión permite movilizar recursos en condiciones favorables para proyectos de infraestructura, energía y transformación digital.
La relevancia del directivo también trascendió al ámbito global. En 2025, fue incluido en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista TIME, reconociendo su papel en la lucha contra la pobreza y el cambio climático.
El banco verde de América Latina
Bajo la conducción del colombiano, la institución se consolidó como el banco verde de la región. En 2024 alcanzó, de forma anticipada, la meta de que el 40% de sus operaciones fueran sostenibles.
En el marco de la reciente COP30 de Belén, la entidad anunció una inversión de 40 mil millones de dólares para los próximos cinco años. El objetivo es elevar el financiamiento verde al 50% para el año 2030.
Estos recursos se canalizarán hacia energías renovables, economía circular y conservación de la biodiversidad. Con esta hoja de ruta, la organización reafirma su capacidad para liderar la acción climática en el continente.
