lunes, marzo 3, 2025

Adaptarse para evolucionar: los desafíos tecnológicos de las pyme

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A medida que las pyme crecen, enfrentan varios desafíos que van más allá de la gestión cotidiana de sus recursos y operaciones.

Uno de los principales obstáculos es la integración de tecnologías que les permitan competir en un entorno cada vez más digitalizado y globalizado.

Las PyMEs representan más del 95% de las empresas registradas en Latinoamérica y generan el 60% del empleo productivo formal (CAF), lo que resalta la relevancia del sector para el ecosistema empresarial regional. 

Al mismo tiempo, datos del MIT Technology Review revelan que un 38% se encuentra en etapa de optimización de su infraestructura tecnológica.

En este contexto, el principal reto tecnológico consiste en implementar de manera efectiva las herramientas y soluciones IT necesarias para mantener sus operaciones ágiles, eficientes y seguras.

Esto incluye, contar con un ancho de banda eficiente que permita el correcto funcionamiento de sistemas clave como software de gestión, redes privadas virtuales (VPN) y aplicaciones de colaboración interna, así como adaptarse a la creciente tendencia hacia la nube (más del 80% de las empresas de la región ya la utilizan de forma habitual) y protegerse de las amenazas cibernéticas externas.

Uno de los primeros obstáculos que enfrentan los emprendedores es la transición de una mentalidad tradicional a una visión empresarial más estructurada.

En este proceso de expansión, es fundamental comprender que para competir en un mercado cada vez más dinámico y tecnológico, deben dejar atrás el enfoque rudimentario y adoptar prácticas más profesionales y sistemáticas.

Esto implica transformar la empresa de un «negocio de familia» (más informal) a una organización sólida capaz de gestionar la complejidad inherente al crecimiento y la innovación.

Tres claves para enfrentar los desafíos tecnológicos

Simplificación del negocio: A medida que las empresas crecen, la complejidad en sus operaciones tiende a aumentar. Aquí, la digitalización debe ser un aliado crucial. En este sentido, la automatización de procesos, utilizando tecnologías para reducir tareas manuales y repetitivas, optimiza la eficiencia en todos los niveles.

Medición y análisis de la rentabilidad «No se puede mejorar lo que no se mide”: los sistemas de gestión permiten contar con información precisa, lo que facilita la toma de decisiones estratégicas y la mejora continua.

Focalización en el diferencial: Es fundamental reconocer las fortalezas de la empresa y concentrarse en ellas. El uso de herramientas digitales permite identificar áreas de alto valor y potenciar aquellas actividades que generan diferenciación frente a la competencia en el mercado.

El camino es hacia lo digital

La transformación digital no debe ser vista como un cambio radical e inmediato, sino como un proceso gradual que debe ser probado, ajustado y optimizado en el tiempo.

Su implementación debe ser estratégica y acompañada de una gestión del cambio que implique a todos los niveles de la empresa.

Este punto resulta crítico en el mundo Pyme ya que aquí radican ciertas problemáticas que deben enfrentar para potenciar su crecimiento y evolución:

Financiamiento: muchas empresas enfrentan dificultades para obtener los fondos necesarios para invertir en tecnología. El acceso limitado al crédito o la falta de un plan de negocios sólido las coloca en desventaja frente a competidores más grandes.

Flujo de caja: la falta de una gestión adecuada puede afectar la capacidad de la empresa para financiar proyectos. La irregularidad en los ciclos de ingresos y egresos puede poner en riesgo las inversiones en innovación tecnológica, lo que podría comprometer su capacidad para mantenerse a la vanguardia a largo plazo.

La competencia en el mercado: en un entorno en cambio permanente, las PyMEs deben aprender a adaptarse a las nuevas demandas del mercado. La implementación de herramientas potencialmente beneficiosas para el negocio, como el marketing digital, puede representar un desafío debido a la falta de conocimientos y recursos para ejecutarlas correctamente.

Ciberseguridad: la adopción de tecnologías plantea nuevos riesgos, especialmente en lo que respecta a la seguridad de los datos. Las empresas deben ser conscientes de los peligros de los ataques digitales y actuar proactivamente para proteger sus sistemas. Para eso es fundamental contar con un equipo dedicado a generar nuevas barreras de contención, para minimizar posibles consecuencias devastadoras para la empresa.

Capacitación continua: en un ecosistema tecnológico como el actual, es clave impulsar espacios de formación que brinden a los colaboradores recursos que no solo mantengan alta la moral del equipo, sino que también eviten errores en el uso de la tecnología, lo que puede generar pérdidas financieras o dañar la reputación de la empresa.

Las empresas que logren integrar tecnologías adecuadas a sus procesos, y que sepan gestionarlas eficazmente, estarán mejor posicionadas para enfrentar los retos del futuro.

Para lograrlo, es fundamental que los emprendedores comprendan la importancia de estructurar su empresa de manera profesional, medir su desempeño de forma rigurosa y focalizarse en sus áreas de mayor valor.

De este modo, lograrán hacer el switch de sobrevivir a prosperar en un entorno cada vez más digital y competitivo. 

Rodolfo Jaureguiberry
Rodolfo Jaureguiberry
Gerente comercial Industrias de Metrotel.
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