Nueve de cada diez profesionales de comercio internacional en empresas mexicanas consideran que la tecnología es clave para automatizar sus procesos de cumplimiento en un entorno arancelario cada vez más volátil.
Este dato del reciente “Informe sobre aranceles 2025” del Thomson Reuters Institute reflejó cómo la tecnología se convirtió en un pilar estratégico para enfrentar los desafíos comerciales actuales.
Les permitió a los profesionales impulsar su capacidad para resolver problemas complejos y tomar decisiones difíciles con confianza.
Las modificaciones en los aranceles del comercio con Estados Unidos en México llevaron a que las cadenas de suministro vinculadas con el comercio internacional vieran un freno parcial en las inversiones programadas.
También en el análisis de negocios de corto plazo.
Un buen ejemplo de esto es el sector automotriz, pieza fundamental en la composición del PIB mexicano y estrechamente vinculado al comercio con Estados Unidos, uno de los más afectados por esta coyuntura.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la producción de vehículos ligeros en el país cayó 2% en mayo de 2025 respecto al mismo mes del año anterior.
Por otra parte, la exportación de vehículos hacia Estados Unidos retrocedió un 3% en relación con mayo de 2024.
Ante la falta de previsibilidad, la planificación estratégica a largo plazo se convirtió en un gran desafío para el sector comercial internacional durante el año.
Día a día, las empresas mexicanas se enfrentan a la pregunta crucial sobre cómo mantener su competitividad mientras las condiciones del juego internacional cambian constantemente.
En este escenario de operaciones que se mantienen y de inversiones a largo plazo relegadas por el impacto, la apuesta por la tecnología continúa siendo una prioridad.
Tecnología al servicio de la toma de decisiones a gran escala
El informe del Thomson Reuters Institute señaló que el 86% de las empresas ya incorporaron tecnología predictiva para seleccionar automáticamente a clientes, proveedores y socios.
Esto busca reducir riesgos en operaciones internacionales, lo que demuestra que contar con la información anticipada de estos cambios facilita la toma decisiones más oportunas.
Así, la tecnología predictiva se posiciona como una necesidad crítica para la competitividad del sector.
El 68% de los encuestados afirmó utilizarla para identificar oportunidades de calificación de bienes bajo reglas específicas de acuerdos comerciales.
El 72% ya emplea soluciones tecnológicas para optimizar costos en sus rutas comerciales.
La correcta determinación de origen es otra pieza estratégica del comercio internacional mexicano en la actualidad.
Puede representar una ventaja competitiva significativa para los productos originarios del país.
De esto también depende una efectiva implementación de soluciones tecnológicas para la trazabilidad y gestión que aseguren el cumplimiento y la denominación de origen.
Esto permite posicionar a las exportaciones mexicanas en un terreno ventajoso frente a competidores globales y generar una mayor integración a nivel regional.
Perspectivas de futuro para los profesionales del sector
La encuesta incluyó 50 profesionales corporativos que trabajan en México y realizan o administran actividades de comercio exterior y gestión de la cadena de suministro en empresas del país.
Estas compañías importan o exportan mercancías hacia o desde Estados Unidos y tienen ingresos anuales globales de por lo menos u$s 200 millones.
El conjunto de desafíos de coyuntura para estos profesionales encuentra su balance con perspectivas positivas.
Siete de cada diez encuestados creen que la próxima renegociación del T-MEC en 2026 ofrecerá oportunidades adicionales para las empresas mexicanas que exportan a Estados Unidos y Canadá.
Además, la misma cantidad de profesionales confía en que continuará la tendencia de nearshoring en el país, independientemente de las políticas económicas regionales.
También el Plan México genera optimismo.
Diseñado para promover un desarrollo económico equitativo y sostenible en el país e impulsar la economía mexicana, creando al mismo tiempo empleos en el sector manufacturero.
Representa un incentivo a los inversores extranjeros a mantener o expandir las operaciones en el país para más del 80% de los encuestados.
En definitiva, aquellas organizaciones que establecieron protocolos sólidos en áreas como producción, gestión de riesgos y finanzas están logrando cerrar la brecha entre los complejos desafíos normativos y el potencial para superarlos mediante la innovación.
No es casualidad que la gran mayoría haya declarado incorporar tecnología predictiva: están construyendo un puente de resiliencia operativa.
En un presente cargado de desafíos y un futuro potencialmente prometedor, la pregunta es clara.
¿Estarán las empresas preparadas para capitalizar estas oportunidades o quedarán rezagadas por no adaptarse a tiempo?
Si la única constante a nivel global continúa siendo la incertidumbre, avanzar en la transformación digital podrá elevar la forma en que los profesionales trabajan para enfrentar las complejidades de hoy y aprovechar las oportunidades del mañana.