El desarrollo tecnológico ha impulsado modelos de negocio y servicios financieros con gran potencial para mejorar la inclusión en poblaciones históricamente excluidas o subatendidas por el sistema financiero tradicional.
En Latinoamérica el acceso a servicios financieros continúa en expansión, con más personas integrándose al sistema financiero.
En Chile, el estudio de Visa Consulting destaca que el 99% de las comunas ha sido evaluado por su preparación para pagos digitales.
Sin embargo, solo el 2% de ellas, que representan al 6% de la población, cumplen con los estándares de infraestructura avanzada y bancarización necesaria para considerarse completamente preparadas.
Estos datos subrayan la importancia de la digitalización como herramienta para cerrar brechas, mejorar el acceso y transformar la interacción con los servicios financieros, promoviendo mayor inclusión y eficiencia en todo el país.
Creemos que el camino hacia una inclusión financiera sostenible se encuentra en la adopción de tecnologías avanzadas que faciliten el acceso seguro y confiable a servicios financieros básicos.
En los últimos años, la digitalización ha acelerado el uso de medios de pago digitales: según una encuesta reciente de McKinsey, en solo dos años la tarjeta de débito ha desplazado al efectivo como el método de pago preferido de los hispanoamericanos.
Las billeteras digitales también han ganado popularidad, sobre todo latinoamérica, aunque aún muchas personas continúan recibiendo sus ingresos en efectivo, utilizando este medio para múltiples transacciones en negocios pequeños que solo aceptan efectivo.
Sin embargo, si estos consumidores tuvieran la opción, la mayoría preferiría utilizar tarjetas y servicios de pago móvil.
La inclusión financiera es esencial para un desarrollo económico más equitativo. Si bien los avances tecnológicos han permitido expandir los servicios financieros, miles de millones de personas aún carecen de acceso a servicios formales, quedando fuera del ciclo económico.
En muchos casos, la falta de acceso a crédito limita las oportunidades, perpetuando la desigualdad. La integración de soluciones tecnológicas permite evaluar a los usuarios sin depender de métodos tradicionales que suelen excluir a aquellos sin historial bancario o crediticio.
Gracias a estas tecnologías, se puede analizar una gama de datos alternativos para ofrecer préstamos personalizados y responsables, asegurando que más personas, especialmente en áreas desfavorecidas, puedan acceder a financiamiento de manera ágil y segura.
Desde nuestra perspectiva, la seguridad es la clave para ganar la confianza de los usuarios en este entorno financiero digitalizado.
En un contexto donde la identidad digital evoluciona constantemente, proteger los datos de los usuarios y garantizar una correcta autenticación resulta fundamental para prevenir fraudes y construir un ecosistema de confianza.
En este sentido, como lo hacemos en Chile, nuestros esfuerzos por sumar mercados en Latam que activen el protocolo 3D-Secure, buscan reforzar una doble autenticación para confirmar que quien realiza una transacción en línea sea efectivamente el titular de la tarjeta, incluyendo una capa adicional de seguridad mediante un código único o contraseña en cada operación.
Este nivel de protección asegura que cada usuario pueda ser verificado desde el inicio de su experiencia en la plataforma, siendo la seguridad tanto para usuarios como comercios nuestra máxima prioridad.
Aunque el acceso al financiamiento es un motor clave del crecimiento económico para individuos y pequeñas/medianas empresas, persisten obstáculos tradicionales, como la falta de acceso a bancos y la rigidez en las evaluaciones crediticias, que limitan el acceso a recursos para muchos.
Buscamos impulsar tecnologías diseñadas para conectar de manera eficiente a prestamistas y prestatarios, facilitando una experiencia digital fluida y flexible.
Esta accesibilidad no solo permite a más personas obtener financiamiento, sino que también promueve la creación de nuevas oportunidades de negocio, contribuyendo así al crecimiento económico en distintas regiones.
Consideramos que el futuro del financiamiento está profundamente ligado a la tecnología. Nos comprometemos a ser un puente, desarrollando soluciones digitales y seguras que impulsen la inclusión de todos los usuarios en el sistema financiero.
Creemos firmemente que un sistema financiero más inclusivo y equitativo es fundamental para construir una sociedad más próspera en Chile y en la región.