Zendera presentó las tendencias que marcarán la agenda de 2026 para las empresas familiares argentinas, un segmento que concentra más del 90% de las organizaciones productivas del país.
El análisis, basado en el trabajo con dueños, directores y líderes de familias empresarias, anticipa cambios en la organización de equipos, la toma de decisiones y la proyección de continuidad de las compañías.
El contexto de transformación acelerada por la adopción de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial (IA), impulsa la revisión de los modelos de gestión tradicionales.
El agotamiento del fundador y la urgencia por descentralizar la toma de decisiones
La consultora detecta que muchos fundadores llegan a 2026 con signos de desgaste emocional y cognitivo tras años de exigencias intensas. Este fenómeno obliga a las compañías a revisar la estructura de decisiones.
Se hace evidente la necesidad de profundizar una descentralización real, donde equipos formados asuman responsabilidades concretas sin sobrecargar al líder.
La empresa debe conservar su coherencia sin exigir al fundador un nivel de presencia que ya no es sostenible.
“Por primera vez vemos líderes que desean continuar, pero no desde el esquema tradicional de control que mantuvieron durante décadas. La energía del fundador se convierte en un recurso valioso que debe ser cuidado de manera estratégica”, señaló Martín Quirós, socio de Zendera.
La nueva participación de la siguiente generación
En paralelo, las nuevas generaciones manifiestan un interés creciente por participar en el futuro de la empresa, pero desde modelos de rol distintos a los de sus padres.
Estos nuevos líderes buscan aportar desde un marco profesional, con responsabilidades claras y espacios de desarrollo propios, evitando replicar esquemas de hipercontrol o cargas individuales desproporcionadas.
El desafío obliga a la empresa a diseñar caminos de participación más amplios, donde la continuidad no se sostenga únicamente sobre la figura de un sucesor tradicional, sino sobre una distribución más equilibrada de funciones y liderazgos.
“Las herencias automáticas ya no alcanzan. La nueva generación quiere formar parte, pero desde un lugar que respete su identidad, sus capacidades y su propio estilo de liderazgo”, afirmó la consultora.
La creciente necesidad de acompañamiento en conversaciones familiares decisivas
Otra tendencia es la dificultad que encuentran muchas familias empresarias para sostener conversaciones críticas dentro del ámbito privado.
El fundador, consciente de los límites de su energía y del impacto emocional de cada decisión, recurre cada vez más a terceros profesionales para ordenar expectativas, comunicar límites o resolver tensiones internas.
Las conversaciones pospuestas sobre roles, incorporación de miembros o el retiro parcial del fundador comienzan a requerir acompañamiento profesional para concretarse con claridad y evitar daños en la convivencia familiar.
A la luz de lo anterior, la consultora indicó: “La continuidad no se define solo en los números o en la estructura.
Se define en la calidad de las conversaciones que la familia puede sostener. Y en muchos casos, esas conversaciones ya no pueden darse sin una mediación responsable”.
Profesionalización obligada y discernimiento real sobre el uso de la inteligencia artificial
La profesionalización deja de ser un objetivo deseable para convertirse en una necesidad ineludible. La exigencia del mercado, la velocidad de respuesta y la precisión de los procesos requieren un salto cualitativo que no puede postergarse.
En este contexto, Zendera subraya la importancia de discernir con precisión dónde la inteligencia artificial (IA) aporta valor concreto y en qué procesos específicos puede generar mejoras reales dentro de la organización. Para 2026, ya no es suficiente “hablar del tema”.
Las empresas familiares deberán evaluar, decidir e implementar herramientas de IA que optimicen operaciones, mejoren la calidad del servicio, aceleren la toma de decisiones y reduzcan errores. La incorporación de esta tecnología se vuelve un ejercicio de criterio y coherencia.
“El foco ya no está en incorporar tecnología porque otros lo hacen, sino en decidir dónde aporta valor, dónde no, y cómo implementarla de manera efectiva para fortalecer el negocio”, remarcó Hernán de la Riva, socio de la firma.
Estas tendencias fueron presentadas y analizadas en la última edición de Jornadas Pymes, ante más de 3.000 asistentes.



