INGOT inauguró este mes su séptima sucursal en Olivos, en la zona norte del Gran Buenos Aires.
En un contexto de tendencia global donde los bancos están cerrando sus cajas de seguridad, básicamente porque están volviéndose virtuales, hay un gran potencial de crecimiento para este tipo de empresas de resguardo de valores que, según Juan Piantoni, CEO de INGOT y presidente de CAESACS (Cámara Argentina de Empresas de Servicio de Alquiler de Cajas de Seguridad), “se intensifica aún más en los meses previos a las elecciones y en los años electorales”.
La nueva sede de Olivos se encuentra en la esquina de Av. del Libertador y Corrientes.
Tiene 350 m², cuenta con alrededor de 1.500 cajas tradicionales en cinco tamaños y apunta tanto a residentes como a profesionales de la zona.
Además, ofrece salas de reuniones para clientes y no clientes, un servicio seguro y muy requerido al momento de realizar operaciones inmobiliarias, así como cocheras de cortesía.
“En INGOT brindamos un servicio de excelencia en resguardo de valores de cercanía y esta nueva sucursal es un espacio y entorno propicio, además de responder a una demanda de clientes en la zona”, expresó Piantoni.
Nuestras bóvedas cuentan con toda la seguridad requerida por el usuario: nueve anillos de seguridad durante el proceso que realiza el cliente, que incluye puertas blindadas con sistema de esclusas -cerrojo-, molinete de alta seguridad, detector de metales, puertas corredizas y reconocimiento biométrico de huella, rostro e iris, junto a ID y PIN personal. El proceso demora unos minutos, agilizado con un sistema de turnos que permite que ningún cliente tenga demora para operar ni se cruce con otras personas, cuidando así la privacidad y confidencialidad”, finalizó.




