La evolución de la tecnología sigue brindando herramientas que optimizan procesos en diversas industrias, incluyendo la logística, retail, minería y agroindustria. La implementación de tecnologías de radiofrecuencia (RFID) está en aumento, ofreciendo ventajas como mayor precisión en los inventarios y mejor trazabilidad.
Leonardo Navarrete, gerente comercial de STG Chile, comenta que en el país se está viviendo un crecimiento del uso de RFID de entre el 10% y el 20%, destacando especialmente su adopción en el retail, donde mejora la gestión de inventarios y asegura la precisión en todas las etapas del producto. “Esta tendencia está desplazando poco a poco al código de barra, una tecnología que ha sido estándar por muchos años”, señaló.
El RFID permite ser más competitivos, siendo clave para la agilidad y precisión en los inventarios. Navarrete indica que esta tecnología se está viendo en aplicaciones como espejos inteligentes, equipos de escaneo y cajas de autoservicio.
¿Es el fin del código de barra?
Aunque el RFID representa una mejora en la gestión de procesos, Navarrete enfatizó que ambas tecnologías coexistirán en el corto y mediano plazo. “RFID ofrece precisión, velocidad y almacenamiento de información, ideal para sectores donde la trazabilidad es crítica. Sin embargo, el código de barras sigue siendo una opción económica y ampliamente adoptada para productos de bajo valor”, explicó.
En Chile, muchos comercios aún utilizan el código de barra, dado que es parte de un estándar global para la identificación de mercancías. Precisar cuántos han sido eliminados es complicado, pero la coexistencia de ambas tecnologías es evidente.
Apostando a una logística más ecológica
Además de sus ventajas operativas, la tecnología RFID también aporta a la sostenibilidad. Permite reducir la huella de carbono y disminuir el consumo de papel al eliminar la necesidad de imprimir etiquetas para códigos de barra.
En la industria de alimentos, el control de inventarios que proporciona RFID puede traducirse en una menor pérdida de productos por caducidad, dado que este sector genera aproximadamente el 57% de las emisiones de efecto invernadero.
La implementación de RFID también optimiza la cadena de suministro, ayudando a controlar el número de viajes realizados para el transporte de mercancías, lo que puede reducir significativamente la contaminación.
La tecnología RFID está en constante evolución, adaptándose a las necesidades de diferentes sectores, y aunque está ganando terreno, no se prevé el fin del código de barra a corto plazo.
