lunes, agosto 25, 2025

La nueva revolución, cómo el talento se convierte en el motor de la IA

El avance de la inteligencia artificial exige a las organizaciones integrar cultura, tecnología y talento para convertirse en empresas nativas en IA.

El avance vertiginoso de la IA está redefiniendo las reglas del juego para empresas de todos los sectores.

Ya no se trata solo de adoptar herramientas o implementar soluciones puntuales. La verdadera transformación ocurre cuando la IA se integra de forma transversal en la estrategia, la operación y, sobre todo, en la cultura de las organizaciones.

Es el paso de ser una empresa que “usa IA” a convertirse en una compañía nativa en inteligencia artificial.

Este cambio de paradigma no solo redefine procesos internos, sino que plantea nuevas exigencias en materia de talento, estructura y visión, impulsando un salto evolutivo profundo en la forma en que las organizaciones conciben su propuesta de valor.

De acuerdo con McKinsey (2024), el 70% de las organizaciones ya incorporaba esta tecnología en al menos una unidad de negocio, pero solo un 20% había logrado escalar su aplicación de manera integral.

El desafío radicaba en integrar tecnología y cultura para tener una ventaja competitiva real.

En este contexto, surgían iniciativas que buscaban anticiparse a las demandas del entorno digital.

Algunas organizaciones habían comenzado a rediseñar sus capacidades internas, desarrollando aceleradores propios, automatizando procesos clave, integrando copilotos inteligentes y formando alianzas con referentes del ecosistema global como OpenAI.

En ese sentido, empresas como Endava formalizaban colaboraciones estratégicas con dicho partner, correlato de un vínculo que comenzó en 2024, con el objetivo de impulsar soluciones inteligentes que atravesaran sus operaciones y mejoraran tanto la eficiencia como la experiencia de clientes y equipos.

Formar al talento, la clave

Más allá de lo tecnológico, el éxito de esta transformación estaba condicionado por el desarrollo del capital humano.

Según el World Economic Forum (2024), el 63% de las empresas identificaba la escasez de talento especializado como una barrera crítica. A esto se sumaba que apenas el 17% contaba con programas estructurados de formación en estas tecnologías emergentes.

Frente a este escenario, surgían propuestas que vinculaban formación y práctica desde etapas tempranas. Capacitar al talento era clave para acortar la brecha entre la velocidad con la que evolucionaba la inteligencia artificial y la preparación del mercado laboral.

En Córdoba, desarrollamos un Internship Programme, que brindaba a los jóvenes una experiencia inmersiva en entornos donde la IA ya formaba parte del trabajo cotidiano.

Era una forma concreta de preparar a la próxima generación de profesionales para liderar la transformación que ya estaba en marcha.

Este tipo de acciones no solo beneficiaban a quienes las promovían, sino que trascendían los límites de cada organización generando un impacto positivo en el ecosistema de innovación regional.

En mercados como el latinoamericano, fortalecer el pool de talento digital resultaba clave para potenciar la competitividad y acompañar el desarrollo sostenible.

Apostar por la integración de la IA en conjunto con el crecimiento profesional era una decisión que articulaba presente y futuro.

Liderar la próxima década de innovación. Convertirse en una empresa nativa en inteligencia artificial no era un destino, sino un camino de evolución constante.

Aquellas compañías que lograran integrar tecnología, cultura y talento en una misma dirección estarían mejor posicionadas no solo para adaptarse al cambio, sino para impulsarlo.

Santiago Casey
Santiago Casey
Country manager para Argentina de Endava.
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