En un entorno económico donde la inclusión financiera se vuelve cada vez más urgente, el modelo Buy Now Pay Later (BNPL,“Compra ahora, paga después”) emerge como una alternativa flexible frente al crédito tradicional, especialmente para sectores sin acceso bancario o sin historial crediticio.
Pero ¿es realmente una competencia directa del sistema financiero tradicional o más bien un complemento?
De acuerdo a Research and Markets, el mercado de “Compra ahora, paga después” en México alcanzó los u$s 4.560.000.000 en 2024, con un crecimiento anual del 40 %, y proyecta llegar a u$s 6.090.000.000 en 2025.
Este auge se explica por la aceleración del comercio electrónico y la necesidad de soluciones financieras más accesibles.
Por su parte, el INEGI, a través de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024, reportó que 37 % de la población tuvo algún tipo de financiamiento formal durante 2024, un aumento respecto al 33 % en 2021.
Aun así, persiste la exclusión: pues cerca del 49.5 % de la población adulta no tiene acceso al crédito formal.
Con esta base, los esquemas BNPL permiten ampliar el acceso al financiamiento, especialmente en sectores donde las instituciones tradicionales aún no llegan del todo.
“Muchas personas acceden a su primer crédito en una tienda iniciando su camino hacia la evolución financiera. Gracias a la tecnología que está detrás del BNPL, reciben respuestas rápidas y sus opciones de compra se amplifican para aprovechar descuentos y promociones”, señaló Mariano Sokal, CEO y cofundador de uFlow.
Una de las ventajas centrales del BNPL es su capacidad de ofrecer decisiones automatizadas, ágiles y sin fricción, reduciendo el sesgo en la evaluación crediticia tradicional.
Mientras tanto, muchas instituciones bancarias en México aún operan con sistemas heredados o legacy, lo que dificulta adaptarse a las necesidades cambiantes de los consumidores.
La solución no es la exclusión de uno u otro modelo, sino la complementariedad estratégica.
El BNPL puede servir como puerta de entrada al crédito formal, habilitando el desarrollo de historiales crediticios que eventualmente conectan a los usuarios con el sistema financiero tradicional.
En un mercado donde más del 30% de las personas todavía realizan la mayoría de sus compras en efectivo, según el Banco de México, este tipo de créditos (respaldados por tecnología, análisis de datos y motores de decisión de última generación) representan una pieza clave para cerrar la brecha financiera en el país.
“Es muy importante que la tecnología que se implemente en una tienda sea intuitiva para que las áreas de riesgos o crédito puedan gestionar sus propias políticas y vender más productos con financiación propia. Esto es una gran ventaja que les permite tomar decisiones de forma automatizada y colocar más capital, a la vez que colaboran con el acceso al crédito”, agregó Sokal.
Pros y contras: BNPL vs. Crédito tradicional
Pros
- BNPL
- Fácil acceso sin tarjeta.
- Transparencia en pagos e intereses.
- Aumenta ticket promedio +30 % en comercios .
- Crédito tradicional
- Acumulación de historial crediticio.
- Límites mayores.
- Regulación consolidada.
Contras
- BNPL
- Riesgo de sobreendeudamiento si se multiplica.
- Línea de crédito pequeña.
- Requiere educación financiera.
- Crédito tradicional
- Requisitos elevados (historial, garantías).
- Tasas y comisiones altas.
- Procesos lentos.
Oportunidad
- BNPL
- Inclusión financiera.
- Crecimiento de usuarios jóvenes (38% milenials, 31% centenials) .
- Crédito tradicional
- Ideal para compras mayores y adquisición de activos.
- Refuerza historial crediticio.
El BNPL no sustituye al crédito tradicional, sino que lo complementa.
Mientras se consolida como una alternativa ágil y accesible para compras menores, especialmente para la población joven y no bancarizada, el crédito tradicional sigue siendo insustituible para créditos de mayor monto y generación de historial.
La integración de tecnología de automatización dentro del sector representa una oportunidad de crecimiento que le permite a las entidades financieras ser más competitivas en un mercado cada vez más exigente y mediante la colocación de capital, ofrecer a los segmentos no bancarizados un mayor acceso al crédito.