En un mundo empresarial donde la velocidad ya no garantiza el éxito, las organizaciones comienzan a cuestionar si los modelos ágiles tradicionales siguen siendo suficientes.
Es en este marco que surge TRAX, la nueva metodología desarrollada por Integralis Consulting Group, que propone un cambio de paradigma: pasar del control al compromiso, y de la ejecución a la evolución.
Lejos de jubilar a Agile, TRAX lo lleva un paso más allá.
Combina su espíritu de adaptabilidad con una visión más amplia: una gestión que integra estrategia, personas, procesos y cultura dentro de un mismo sistema operativo.
El resultado es un modelo más humano y efectivo, capaz de sostener resultados medibles sin sacrificar el propósito.
«Mientras el Agile clásico busca velocidad, TRAX busca coherencia: avanzar rápido, sí, pero en la dirección correcta», expresaron desde Integralis Consulting.
Del método a la mentalidad
A diferencia de metodologías como Scrum o Kanban, centradas en la entrega continua y la autonomía técnica, TRAX plantea una arquitectura integral donde cada proyecto se organiza en tracks o unidades estratégicas de avance.
Cada track funciona con autonomía, pero bajo una visión global compartida y guiada por el propósito organizacional.
Esta metodología permite avanzar a diferentes ritmos, optimizar recursos y evitar redundancias, todo bajo una lógica de mejora continua.
Basado en el Mapa de Desarrollo Integral (MDI) —un modelo creado por Integralis que evalúa cuatro dimensiones de toda organización—, TRAX trabaja sobre los siguientes pilares:
- Persona (desarrollo de autoconciencia, liderazgo y responsabilidad individual)
- Relaciones (colaboración, comunicación y confianza como motores del desempeño)
- Impacto (foco en resultados medibles que realmente mueven la aguja del negocio)
- Sistemas (estructuras y procesos que garantizan continuidad, aprendizaje y mejora continua)
Esta mirada concede que los equipos no solo ejecuten, sino que evolucionen junto al proyecto, convirtiendo cada avance en una oportunidad de crecimiento colectivo.
Del control al compromiso
El corazón de TRAX está en su dinámica semanal: sesiones de una hora donde los equipos piensan, deciden y se comprometen.
No hay jerarquías, ni presentaciones extensas: solo acción y responsabilidad compartida.
Cada encuentro termina con tres compromisos claros —una acción, un responsable y una fecha límite— bajo la llamada Regla de la Integridad: «Si sé que no voy a cumplir un compromiso, lo comunico con anticipación».
Más que una regla administrativa, se trata de una filosofía de trabajo que convierte el accountability en práctica cotidiana.
En empresas que ya implementaron TRAX, se registró una reducción del 23% en los tiempos de entrega y aumento del 30% en la percepción de confianza interna.
De la jerarquía al aprendizaje colectivo
Uno de los mayores aportes de TRAX es su apuesta por reemplazar la lógica del control por la del compromiso compartido.
Resolver en comunidad moldea culturas de autonomía y responsabilidad, mientras que hacerlo desde la jerarquía refuerza la dependencia y el miedo al error.
Cada sesión de TRAX funciona como un laboratorio vivo del tipo de organización que se busca construir: una en la que el liderazgo se distribuye, la información fluye y el propósito se traduce en acción.
«Las organizaciones no cambian porque alguien lo ordene. Cambian porque aprenden a decidir y avanzar distinto, juntas», destacaron desde Integralis.
Gestión como cultura
TRAX encarna una tendencia marcada en la transición de no solo transformación tecnológica, sino relacional y sistémica: modelos más humanos, conscientes y capaces de aprender en tiempo real.
Representa el paso de la velocidad a la coherencia, del control al compromiso, y de la gestión como tarea a la gestión como cultura.
En un escenario donde la presión por resultados convive con la necesidad de retener talento y construir confianza, esta nueva metodología ofrece una respuesta concreta: equipos más alineados, decisiones más inteligentes y organizaciones que no solo se adaptan, sino que evolucionan.
Con esta metodología, se busca no solo hacer las cosas mejor, sino hacerlas con sentido.
