La evolución de los métodos de pago alternativos en Chile está revolucionando la forma en que los chilenos realizan transacciones financieras, reflejando un cambio hacia una economía digital más accesible e inclusiva.
El Banco Central de Chile señala que la adopción de pagos digitales ha crecido significativamente en línea con los avances tecnológicos
Según datos recientes, en 2024 aproximadamente un 66% de los consumidores chilenos han incrementado su uso de canales digitales para realizar transacciones en línea, utilizando plataformas y billeteras digitales, que se han convertido en herramientas esenciales para una parte considerable de la población. Este aumento está alineado con la tendencia global hacia la digitalización.
Uno de los desarrollos más notables ha sido la implementación de pagos por códigos QR y su regulación en materia de interoperabilidad y la creciente popularidad de aplicaciones de mensajería como WhatsApp, que han comenzado a integrar opciones de pago dentro de sus plataformas.
Estos métodos han tenido un impacto positivo en la inclusión financiera, especialmente en las zonas rurales y entre las personas que no tienen acceso a servicios bancarios tradicionales.
En un estudio reciente, se reveló que aproximadamente el 49% de las transacciones en Chile ya se realizan a través de pagos sin contacto, incluidos los pagos con códigos QR, billeteras digitales locales y la penetración de soluciones internacionales altamente transversales como Apple y Google Pay que indudablemente aportar un capa de seguridad adicional al centralizar los medios de pago y utilizar herramientas de autenticación y estándares de encriptación que protegen la información bancaria sensible.
Este porcentaje está en constante crecimiento, reflejando un cambio en los hábitos de consumo, donde la conveniencia y la seguridad son factores clave para los usuarios.
Sin embargo, al igual que en otros países de la región, el efectivo sigue siendo el medio de pago más utilizado, particularmente en áreas rurales y entre los adultos mayores.
Esto subraya la necesidad de continuar educando a la población sobre los beneficios de los pagos digitales y de seguir desarrollando infraestructuras que faciliten su adopción masiva.
Para las empresas fintech en Chile, estos desarrollos representan no solo una oportunidad para expandir sus servicios, sino también un reto para seguir innovando en un mercado altamente competitivo.
La clave estará en ofrecer soluciones que no solo sean seguras y eficientes, sino que también sean accesibles para todos los chilenos, independientemente de su ubicación geográfica o nivel socioeconómico.
En conclusión, el futuro de los pagos en Chile está marcado por la adopción creciente de métodos de pago alternativos que prometen transformar la economía digital del país, fomentando una mayor inclusión financiera y brindando nuevas oportunidades tanto para consumidores como para empresas.