Las denominadas búsquedas de “clic cero” (o sin clics) en Google son un fenómeno en alza. Se define así a la obtención de información directamente desde la página de resultados, o SERPs, sin necesidad de acudir a ningún enlace externo, una funcionalidad que permite resolver las consultas de una manera más rápida y ágil.
Al mostrar los datos en una misma pantalla, el gigante tecnológico busca dos cosas. Primero, mejorar y simplificar la experiencia del usuario y, segundo, por medio de fragmentos destacados, reseñas, paneles de conocimiento, gráficos y preguntas frecuentes, mantener a las personas dentro de su red de productos (Maps, Shopping, YouTube, etc.), en lugar de enviarlas a sitios externos, aumentando el tiempo que pasan en la plataforma, cuyo modelo de negocio se basa en la publicidad.
Esta concentración del tráfico es una tendencia que plantea un reto en términos de Optimización para Motores de Búsqueda –o Search Engine Optimization (SEO) en inglés–, ya que obliga a repensar cómo convertir la visibilidad en clics efectivos.
“Hacer foco en las funcionalidades SERP se ha vuelto esencial, ya que añaden información útil al instante. Esto significa que no siempre alcanza con posicionarse entre los primeros resultados para atraer tráfico, sino que la estrategia SEO también debe incorporar palabras clave sin respuesta inmediata, o ‘palabras clave de cola larga’. De ese modo, se brinda un contenido mucho más específico dirigido a un público objetivo, con el fin de evitar términos que llevarían a búsquedas de clic cero“, explicó Guido Mazzei, CEO de Agencia Eleven.
Impacto en el SEO y Estrategias Digitales
Un reciente estudio reveló que en EE.UU. solo el 36% de las búsquedas en Google lleva a páginas web externas, lo que representa una reducción considerable en el potencial de tráfico que los sitios pueden recibir desde el popular buscador.
Para contrarrestar esta tendencia, es fundamental complementar las técnicas de SEO con contenido de alta calidad que responda efectivamente a las necesidades de los usuarios. Esto incluye la construcción de enlaces externos (link building) provenientes de fuentes relevantes para mejorar la autoridad del sitio, y la creación de contenido SEO, que no se limita solo a textos optimizados, sino que también abarca elementos multimedia como imágenes, videos y gráficos.
Al combinar estratégicamente texto y multimedia para ofrecer una experiencia informativa y enriquecedora, se incrementa la visibilidad del sitio, reforzando su utilidad y atrayendo a los usuarios.
“El punto está en ponerse en el lugar de los clientes potenciales para analizar qué es lo que están buscando, cuáles son sus necesidades o dudas y generar contenidos de valor que respondan a esas consultas”, señaló Mazzei.
En un contexto marcado por la sobreabundancia informativa, es crucial que las empresas ajusten sus estrategias digitales al ritmo que impone la tecnología para mantener su relevancia. Se trata, ni más ni menos, de un imperativo que plantea la actualidad para cualquier negocio.