La fecha ya estaba marcada en rojo en la agenda de todos los responsables de ciberseguridad: el 15 de marzo de 2026, el plazo de validez de los certificados digitales SSL/TLS pasará de un año a solo 200 días, tras la decisión adoptada por el CA/Browser Forum, la entidad que regula los estándares globales de confianza digital.
Este cambio, que impactará en todas las organizaciones a nivel mundial, planteará un desafío operativo y estratégico para los CISOs y equipos de IT, que deberán duplicar la frecuencia con la que emiten y renuevan certificados.
La reducción de la vigencia de los certificados implicará que cualquier error en la gestión podría traducirse en expiraciones, interrupciones de servicio o vulnerabilidades críticas.
En entornos donde la administración todavía se hacía de manera manual —con planillas, recordatorios dispersos o procesos descentralizados— el riesgo de fallas será cada vez mayor.
“Es imposible sostener una gestión manual en este nuevo escenario. No alcanza con un analista de IT y un Excel. La única alternativa viable es la automatización”, advirtió Néstor Markowicz, COO de CertiSur.
Soluciones de Discovery & Automation
En este contexto, las soluciones de Discovery & Automation se convirtieron en un requisito indispensable. Estas herramientas permiten:
- Detectar todo el stock de certificados en uso dentro de la organización.
- Identificar riesgos y fechas críticas de vencimiento.
- Automatizar renovaciones y despliegues.
- Evitar interrupciones y caídas de sistemas.
“Estamos acompañando a nuestros clientes a prepararse no solo para 2026, sino también para lo que viene: en 2027 la vigencia se reducirá a 100 días y en 2029 bajará a solo 47 días. El futuro de la gestión de PKI es, inevitablemente, con automatización”, agregó Markowicz.
La cuenta regresiva ya empezó
A menos de un año para que la medida entre en vigor, el impacto que se espera no será menor: duplicará la carga de trabajo de los equipos de IT y pondrá a prueba la madurez de los procesos de seguridad digital en las empresas.
La pregunta ya no es si este cambio ocurrirá, sino cómo se están preparando las organizaciones para enfrentarlo.