Facilitar el trabajo en equipo y ofrecer flexibilidad desde la empresa originan beneficios tanto para los trabajadores como para las organizaciones que promueven el teletrabajo.
Amazon anunció que pondrá fin al teletrabajo del equipo de oficina a partir de enero de 2025. Esta decisión parece contradecir la tendencia creciente hacia el trabajo remoto, impulsada por la digitalización acelerada durante la pandemia de COVID-19.
Antes de la crisis sanitaria en 2020, el teletrabajo era prácticamente inimaginable para muchas empresas; sin embargo, su adopción ha crecido notablemente.
Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo, en el segundo trimestre de 2020, unos 23 millones de personas teletrabajaron en América Latina y el Caribe, lo que representó entre el 20% y el 30% de los asalariados, comparado con menos del 3% antes de la pandemia.
De acuerdo con el Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, el trabajo telemático aumentó un 19% en 2023 en España, superando los 3 millones de teletrabajadores, más del doble que en 2019.
A pesar de este crecimiento, el teletrabajo no siempre ha generado consenso. Algunas empresas han mostrado resistencia a implementarlo, enfrentando retos como los tipos de trabajos aplicables, el uso de tecnología y la comunicación en equipo.
La decisión de adoptar el teletrabajo recae en los jefes, quienes juegan un papel crucial en su implementación. Un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) encuestó a 186 personas de diferentes países europeos para identificar los factores que determinan la disposición de los directivos hacia el teletrabajo.
La investigación revela que la percepción positiva de los jefes sobre el teletrabajo es fundamental. Su inclinación a adoptarlo está influenciada por la utilidad que consideran que aportará a la organización y la facilidad de su implementación.
Un factor clave es la expectativa de mejora en el rendimiento laboral, que puede medirse mediante indicadores como la cantidad de tareas completadas, el desempeño de objetivos y la calidad del trabajo entregado.
Habilidades necesarias para liderar con éxito el teletrabajo
El estudio también subraya la importancia de la autopercepción de los jefes. Es crucial que confíen en su capacidad para gestionar equipos de manera remota y en su relación con los empleados. “Los mánager deben gestionar a los trabajadores basándose en resultados y objetivos, no en la presencia física“, señaló Eva Rimbau, coautora del estudio. Esta confianza genera un círculo virtuoso: mayor confianza conduce a mejores resultados y a que los trabajadores asuman más responsabilidades.
La falta de contacto cara a cara y las dificultades de coordinación son retos que los jefes deben enfrentar. La confianza en su capacidad para supervisar a distancia es crucial.
Según Rimbau, para desarrollar esta confianza, los jefes deben aprender a motivar, reconocer y responsabilizar a los equipos, utilizando herramientas digitales para una comunicación efectiva y evitando el aislamiento profesional.
La necesidad de un contexto adecuado
La predisposición de los directivos para implementar el teletrabajo también se ve afectada por factores externos, como la presión de superiores y la cultura organizativa. Si la alta dirección respalda el teletrabajo, los jefes estarán más dispuestos a adoptarlo.
Además, la capacidad de los mánager para liderar el cambio es esencial. Cuanto más digitales y basadas en el conocimiento sean las actividades de una empresa, más fácil será implementar el teletrabajo con éxito.
Finalmente, las barreras tecnológicas pueden obstaculizar la implementación del teletrabajo, por lo que es vital que tanto empleados como empresas cuenten con los medios adecuados y digitalicen sus procesos.
Esta investigación apoya el objetivo de desarrollo sostenible número 8 de la ONU, que promueve el trabajo decente y el crecimiento económico.