Tesla presentó su balance trimestral e informó que no alcanzó los resultados esperados en su informe de ganancias del primer trimestre, ya que los ingresos del sector automotor cayeron un 20% respecto al año pasado.
Un mal comienzo de año
La compañía de Elon Musk reportó un beneficio por acción (BPA) de u$s 0,27, cifra que se ubicó considerablemente por debajo de los u$s 0,46 pronosticados por el consenso.
A su vez, también informó unos ingresos de u$s 19.340 millones, siendo bastante inferior a los u$s 22.400 millones esperados por los analistas.
La facturación total disminuyó un 9% desde los 21.300 millones de dólares del año anterior.
Yendo más al detalle del sector automotriz, este cayó hasta el nivel de los 14.000 millones de dólares, una cifra 20% inferior a los 17.400 millones de dólares del mismo período del año anterior, dato que evidencia un gran desafío para la compañía que viene siendo muy golpeada este 2025 en Wall Street, año en el cual registra un desempeño negativo del 41% en dólares.
Cabe destacar que, a principios de este mes, Tesla reportó una disminución del 13% en las entregas, hasta las 336.681.
La empresa atribuyó la disminución de las entregas, en parte, a la necesidad de suspender temporalmente la producción en sus fábricas mientras modernizaba las líneas para comenzar a fabricar una versión renovada de sus populares SUV eléctricos Model Y.
En cuanto a los ingresos netos, estos se desplomaron un 71%, hasta los 409 millones de dólares, o 12 centavos por acción, desde los 1.390 millones de dólares o 41 centavos del año anterior.
En relación con los ingresos operativos del trimestre, estos disminuyeron un 66%, hasta los 400 millones de dólares, frente a los 1.170 millones de dólares del año anterior, lo que resultó en un margen operativo de 2,1 millones.
La compañía indicó que el beneficio operativo se vio afectado por factores como la reducción del precio promedio de venta de los vehículos, la disminución de las entregas y el aumento de los gastos relacionados con proyectos de inteligencia artificial.
La participación de Musk en el gobierno de EE. UU. estaría perjudicando a Tesla
Con los resultados a la luz, no quedan dudas de que ha sido un comienzo de año muy difícil para Tesla.
En 2025, su director ejecutivo, Elon Musk, dedicó buena parte de su tiempo a su nuevo rol en la Casa Blanca bajo la administración Trump, supervisando un esfuerzo para reducir drásticamente el tamaño del gobierno federal.
Esto último, le ha generado críticas por parte de los inversores en su compañía, que consideran que debería dedicar más tiempo a Tesla, y también le generó una imagen negativa en parte de sus clientes por cuestiones vinculadas a la política.
Por otro lado, el amplio plan arancelario de Donald Trump ha generado preocupación por un aumento en los costos de piezas y materiales cruciales para la producción de vehículos eléctricos, incluyendo equipos de fabricación, vidrio automotriz, placas de circuito impreso y celdas de batería.
En su presentación a los accionistas, Tesla advirtió a los inversores que “la incertidumbre en los mercados automotriz y energético continúa aumentando a medida que la rápida evolución de la política comercial impacta negativamente la cadena de suministro global y la estructura de costos de Tesla y de nuestros competidores”.
¿Cómo reaccionó la acción tras los resultados?
A pesar de haber presentado resultados claramente decepcionantes, un dato positivo para la compañía es que, al menos en los primeros minutos tras la presentación, las acciones de la compañía se negocian prácticamente sin cambios, e incluso con una leve alza.
Esto, por más que parezca contra intuitivo, podría estar indicando que gran parte de los escenarios negativos que afrontaba la compañía ya estaban reflejados en el precio de la acción, año en el cual registra una baja del 41% hasta ahora, su segundo peor año en términos de desempeño bursátil, solo superado por el 2022, año en el cual perdió un 65% de su valor.