La movilidad empresarial se encuentra en un punto de inflexión. Los costos energéticos, la presión regulatoria y la demanda por operaciones más sostenibles están redefiniendo la forma en que las compañías gestionan sus flotas.
De acuerdo con el Whitepaper “Ecológico, inteligente e integrador” de Edenred, los próximos años estarán marcados por tres grandes tendencias que transformarán el sector: la electrificación, la digitalización y la sostenibilidad operativa.
Pablo Chiappetta, director general de Mobility Edenred México, explica el nuevo enfoque. “La movilidad del futuro no solo se medirá por la eficiencia en costos, sino por la capacidad de las empresas para reducir su huella ambiental y aprovechar los datos en tiempo real para tomar decisiones más inteligentes”, señala.
1. Electromovilidad: la ruta hacia un transporte con menos emisiones
El transporte genera aproximadamente una quinta parte de las emisiones globales de CO₂, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), citada en el estudio.
El 95% de la energía que utiliza aún proviene de combustibles fósiles.
Para alcanzar las emisiones netas cero, las emisiones del transporte deberían reducirse 25% para 2030. Esto implica acelerar la adopción de vehículos eléctricos (VE), biocombustibles y soluciones de energía limpia.
Sin embargo, la transición no será inmediata. Aunque los costos de los VE están disminuyendo, las empresas aún enfrentan retos de infraestructura y financiamiento.
El estudio de Edenred estima que se necesitarán más de 240,000 puntos de recarga para camiones en Europa para 2030. En América Latina, el crecimiento dependerá de marcos regulatorios estables e incentivos fiscales.
“La electrificación dejó de ser una promesa para convertirse en una necesidad operativa. Las compañías que invierten hoy en energías limpias estarán mejor posicionadas para competir en el mercado de 2026”, subraya Chiappetta.
2. Digitalización: el nuevo combustible de la eficiencia
El segundo gran reto para las flotas corporativas es convertir la información en eficiencia operativa.
El Whitepaper señala que la digitalización y la automatización son esenciales para aumentar la productividad. Tecnologías como la telemática, la inteligencia artificial y los sistemas de mantenimiento predictivo pueden reducir hasta 15% los costos de mantenimiento.
Estas herramientas también pueden aumentar la disponibilidad de las unidades entre 10% y 15%. No obstante, la adopción de herramientas digitales en el sector aún es desigual.
La falta de acceso a los datos del vehículo y la complejidad administrativa limitan el potencial de estas tecnologías.
Por ello, Edenred recomienda en su estudio que los propietarios de flotas tengan pleno acceso a los datos de sus vehículos.
“La digitalización es el puente entre sostenibilidad y rentabilidad. Los datos permiten optimizar rutas, anticipar gastos y tomar decisiones basadas en información precisa”, afirma Chiappetta.
Con herramientas de monitoreo, las empresas pueden supervisar cada litro consumido y cada kilómetro recorrido. Esto alinea sus operaciones a un modelo de gestión más inteligente.
3. Sostenibilidad: de la eficiencia operativa al impacto positivo
La sostenibilidad se ha convertido en el tercer pilar de transformación para las flotas empresariales. El estudio destaca que las compañías juegan un papel clave como “campeones verdes ocultos” del transporte sostenible.
Sus flotas representan una parte significativa de las ventas de vehículos nuevos y recorren más del doble de kilómetros que los autos particulares.
Esta iniciativa se basa en tres pilares: medir y reducir emisiones, compensar y preservar con proyectos internacionales, y sensibilizar promoviendo la conducción eficiente.
“El compromiso ambiental de las empresas ya no se limita a cumplir con la regulación. Hoy, las flotas pueden convertirse en catalizadoras de cambio, generando un impacto positivo en su entorno”, sostiene Chiappetta.
La visión hacia 2026: tecnología, energía limpia y cultura de datos
El estudio de Edenred concluye que la movilidad 2026 estará definida por la convergencia entre tecnología, energía limpia y cultura de datos.
“La movilidad corporativa se transforma a la velocidad de la innovación. El reto no es adaptarse, sino liderar el cambio hacia una movilidad más conectada, ecológica y humana”, concluye Chiappetta.
