El marco regulatorio fiscal de la conectividad en América Latina ha quedado obsoleto al no reflejar el rol social y económico actual de estos servicios.
Así lo evidencia el estudio “Impuestos específicos al sector móvil en América Latina. Impacto sobre la conectividad y la recaudación fiscal” de la GSMA, que analizó 18 países de la región.
En 2023, la contribución fiscal del sector móvil fue del 2,8% del total regional, más del doble de su contribución económica al Producto Interno Bruto (PIB) de la región (1,3%).
Los impuestos específicos recaen tanto sobre la oferta (operadores) como sobre la demanda (usuarios), e incluyen pagos recurrentes por licencias, tasas regulatorias y aportes a fondos de servicio universal.
En 14 de los 18 países analizados, los usuarios deben pagar impuestos específicos como un Impuesto al Valor Agregado (IVA) más alto o aranceles a dispositivos.
Estas cargas fiscales son particularmente regresivas e impactan desproporcionadamente a las personas más desfavorecidas.
En 2023, los impuestos específicos acumularon aproximadamente USD 4.650 millones, equivalentes al 6,5% del costo total de la conectividad.
En Argentina y Brasil, esta carga representó más de una cuarta parte (26,4% y 25,9%, respectivamente) del Costo Total de la Propiedad Móvil (TCMO, por sus siglas en inglés).
Se considera que los servicios móviles son asequibles si el TCMO no supera el 2% de los ingresos mensuales. En América Latina, en 2023, ninguno de los países cumplió ese umbral para el 20% de la población de menores ingresos.
El hallazgo: Menos impuestos, más conectividad y mayor recaudación
Con base en un modelo econométrico aplicado a ocho países, la GSMA simuló un escenario de reducción de impuestos específicos con resultados positivos.
La simulación reveló que una reforma fiscal volvería los servicios móviles asequibles para más de 30 millones de personas en la región. Además, esta reducción no provocaría una disminución en la recaudación fiscal, sino lo contrario.
El efecto neto de reducir los impuestos específicos generaría ganancias que irían desde un efecto prácticamente neutro en México y Panamá, hasta incrementos del orden de los USD 1.200 millones por año (Argentina) y USD 7.600 millones por año (Brasil).
Estos resultados se explican por los efectos positivos de la digitalización sobre la economía en general y la recaudación fiscal, ya que los canales digitales reducen la informalidad y favorecen la trazabilidad de los pagos.
“Los marcos impositivos de la región fueron diseñados en una época en la que la conectividad móvil era un símbolo de estatus… Hoy, estos servicios son democratizadores del desarrollo social y económico. Reducirlos [los impuestos] permitiría cerrar brechas de conectividad y sumar a 30 millones de latinoamericanos al mundo digital, incrementando incluso los ingresos del Estado”, señaló Lucrecia Corvalan, directora de políticas públicas para América Latina, GSMA.
