La inteligencia artificial generativa (IA gen) se ha convertido en un habilitador clave para la transformación digital en Chile.
Según un estudio de Microsoft y Edelman, un 51% de las organizaciones en el país ya está invirtiendo en esta tecnología, impulsadas por su capacidad para mejorar la eficiencia operativa y la productividad.
Esta tendencia está redefiniendo la manera en que las empresas operan, desarrollan productos y se conectan con sus clientes.
El impacto de la IA generativa varía según el sector. En el retail, se utiliza para personalizar ofertas y mejorar la atención mediante chatbots inteligentes.
En la banca, contribuye a agilizar la elaboración de informes y el análisis de riesgos.
En salud, alivia la carga administrativa del personal clínico, permitiendo que se concentren en la atención directa a pacientes. Y en las pymes, su adopción ha sido especialmente favorable debido a su bajo costo y facilidad de implementación.
“Estamos viendo cómo la IA generativa automatiza tareas repetitivas y aporta valor en procesos de decisión. En muchos casos, logra liberar tiempo y recursos, especialmente en pequeñas y medianas empresas, donde su bajo costo de adopción ha sido un factor clave”, comentó Ignacio Munizaga, CEO de Magnet.
Sin embargo, este impulso también ha traído ciertos riesgos. De acuerdo con el informe «2024 Global AI Adoption Index» de IBM, muchas empresas están sintiendo presión por implementar rápidamente soluciones de IA para no quedarse atrás, lo que ha derivado en decisiones apresuradas.
“La propuesta de valor de la IA es real, pero su implementación debe estar alineada con los objetivos del negocio para generar impactos positivos sostenibles”, explicó Munizaga.
En paralelo al entusiasmo por la adopción, crecen las preocupaciones. Un reporte de Accenture identificó como principales inquietudes el impacto laboral, la ética, la privacidad y la ciberseguridad.
Aunque hay temores de reemplazo de empleos, la experiencia indica que la IA generalmente complementa tareas humanas.
“La IA no necesariamente reemplaza personas, pero sí cambia lo que hacen. Es una herramienta que potencia a los equipos en lugar de sustituirlos”, señaló Munizaga.
De cara al futuro, las proyecciones son claras. Un informe de EY-Chile indica que el 49% de las empresas locales planea implementar soluciones de IA generativa entre 2024 y 2025, priorizando la automatización de interacciones y la personalización de experiencias.
Además, el 74% de las grandes compañías proyecta aumentar su inversión en inteligencia artificial durante los próximos dos años, replicando casos de éxito internacionales.
“Chile tiene la oportunidad de escalar con agilidad si aprende de los casos de éxito internacionales y desarrolla talento interno. El reto estará en adoptar con estrategia, resguardando principios éticos y de seguridad en el camino”, concluyó Munizaga.