En la era de la fragmentación, armar una estrategia clara y eficiente para una campaña de influencers marketing puede ser complejo y hasta confuso. Para eso, entender el estado actual del ecosistema digital es fundamental.
Entender que las personas no quieren ver publicidad, sino contenido y que la cantidad de seguidores es, hoy más que nunca, una métrica vanidosa y, bajo el reinado de los algoritmos, la clave está en realidad en la creatividad y autenticidad.
A partir de estos puntos, estas son las 5 claves a tener en cuenta para armar una estrategia con influencers en este 2025:
De lo transaccional a lo vincular: mantener relaciones puramente transaccionales con los influencers es poco eficiente. En un momento donde la atención es un recurso escaso, el storytelling se vuelve clave y los influencers son el medio perfecto para hacerlo: personas con vidas “seriadas”, que comparten su vida y día a día con sus comunidades.
Pero el storytelling requiere tiempo y es por eso que las marcas comienzan a volcarse a un flow de trabajo con influencers pensado a largo plazo y creando vínculos con ellos más allá de lo transaccional. Si fidelizamos influencers, fidelizamos audiencias por efecto dominó.
Cocreación: incluir a los influencers en el proceso creativo brinda diferentes ventajas. Por un lado, y relacionado al punto anterior, forma parte de sostener vínculos más profundos con los creadores: no es una bajada de línea, sino un trabajo en conjunto.
Además, el influencer es el que mejor comprende a su comunidad y qué recursos efectivamente funcionan.
Las marcas tienen que animarse a soltar (al menos un poquito) la pretensión del control total de la comunicación en pos de obtener mayor autenticidad y, por consecuencia, mejores resultados.
IA y generación de contenido: la IA está trayendo nuevas posibilidades en el mundo de la creación de contenido, desde la personalización a escala (como adaptar el idioma a diferentes audiencias) hasta interacciones directas a través de bots.
Sin embargo, esto todavía se está gestando.
Lo que sí podemos afirmar que está sucediendo y se va a profundizar este año es la aceleración de la producción y distribución de contenidos ya que el proceso de pre y post producción se automatiza.
Esto probablemente genere aún más saturación y una competencia voraz por la atención de los usuarios.
La pauta y lo orgánico no son asuntos separados: con la aceleración en la distribución de contenido y la proliferación algorítmica, el alcance orgánico puede volverse un tanto impredecible.
Por eso, es importante, en primer lugar, tener los KPIs y objetivos de la campaña muy claros para plantear una estrategia de pauta detrás de los contenidos orgánicos para garantizar resultados.
Política y contenidos: para entender el ecosistema digital no podemos ignorar el contexto y el clima social en el que nos encontramos.
Recientemente, Zuckerberg anunció una serie de modificaciones en Meta como el fin de las asociaciones con fact-checkers y la reducción de esfuerzos para controlar discursos de odio.
Ante este escenario, es probable que los contenidos tipo LoFi o de humor resalten y funcionen como una vía de escape ante este entorno.
Natalia Alfonso, Cultural & Insights manager de Be Influencers, considera así que “el marketing de influencers y la creación de contenido continúa profesionalizándose, por lo que es importante amoldar las estrategias a medida que se desarrolla la industria. Sabemos que vivimos en un mundo en cambio constante y el trabajo con influencers no es la excepción”.