En los últimos años, el Congreso Nacional y diversas legislaturas provinciales, como las de Mendoza, Salta, Chubut, CABA y Tierra del Fuego, han debatido e incluso aprobado proyectos que proponen la inclusión de la educación financiera en los programas educativos de nivel secundario y terciario.
Sin embargo, estas iniciativas no han abarcado a los criptoactivos como instrumentos de ahorro e inversión.
La reciente media sanción del Senado bonaerense a un proyecto de ley para hacer obligatoria la educación financiera en los niveles secundario y terciario, siendo Buenos Aires la provincia con más alumnos, reabre un debate necesario.
En un mundo en constante evolución, es crucial que la educación financiera no se limite a conceptos tradicionales, sino que incluya criptoactivos. Estas herramientas no solo son opciones financieras innovadoras, sino que la infraestructura blockchain ya se utiliza para mejorar la infraestructura financiera tradicional.
Por ejemplo, Bitso procesa más del 10% de las remesas de Estados Unidos a México de manera más eficiente gracias a la tecnología cripto.
Una educación integral garantiza que las personas comprendan los riesgos y beneficios de todas las herramientas financieras.
En un país como Argentina, caracterizado por su volatilidad económica, entender el funcionamiento de la blockchain permite a los ciudadanos diversificar sus opciones de inversión y estar preparados para una industria que, a través de Web3, va más allá de lo financiero.
Las criptomonedas son atractivas por su alta liquidez y potencial de rendimiento. A diferencia del sistema bancario tradicional, operar con criptomonedas es más sencillo y ofrece acceso inmediato al dinero.
Este conocimiento ha permitido a más de 1,5 millones de usuarios en Argentina proteger sus ahorros de la devaluación del peso mediante la compra de dólares digitales.
Además, se suman los “tokens de activos del mundo real” (RWA), que democratizan la inclusión financiera, permitiendo que cualquier persona, sin importar su conocimiento o capacidad económica, invierta en sectores como agro, acero, construcción o inmuebles.
Las iniciativas de educación financiera implementadas en las provincias ya contemplan aspectos como la preparación para el futuro, la inclusión financiera y la adaptación tecnológica.
Incluir la adopción de cripto/blockchain en este marco educativo complementaría estos objetivos y prepararía a los estudiantes para un panorama financiero cada vez más digital y global.
Esto también ayudaría a prevenir riesgos de estafas y fraudes en las nuevas generaciones, al enseñarles a elegir con qué compañía operar y cómo proteger su dinero.
Reconocer que la educación financiera es una necesidad actual es fundamental.
Al empoderar a los argentinos con este conocimiento, les proporcionamos herramientas para administrar su futuro, aprovechar oportunidades en tecnología blockchain y acceder a alternativas laborales en la industria fintech, facilitando el cobro de trabajos virtuales de manera rápida y económica.
La inclusión de las cripto en los programas de educación financiera no solo prepara a los estudiantes para su futuro, sino que también fomenta la innovación y el pensamiento crítico en el ámbito financiero.
Educar sobre finanzas es más que hablar de dinero; se trata de proporcionar recursos para la autonomía y salud financiera, crear oportunidades y desarrollar una sociedad económicamente más resiliente.