Quirós Consultores identificó, a través del estudio constante de las problemáticas en la gestión de compañías de diferentes tamaños, y estadíos de desarrollo, un conjunto de estrategias concretas para asegurar la liquidez y fortalecer la estabilidad financiera de los negocios en el contexto actual.
La falta de liquidez, de “caja”, es un amplificador de problemas. Ni hablar de aquellos problemas que la empresa efectivamente tiene pero también de problemas pequeños o de problemas que no existen. Es decir, de problemas que no son problemas.
No se puede subestimar el impacto negativo que genera la sensación de incertidumbre financiera sobre la confianza de nuestros equipos, clientes y proveedores.
Aunque nos esforcemos por disimular, las noticias llegan a todos. Y, si hay algo de lo que se tratan los negocios, es de cómo construimos y sostenemos esa confianza. Por eso, no podemos subestimar la liquidez en ningún contexto.
En un escenario donde muchas empresas han logrado recuperar sus ventas pero aún enfrentan desafíos financieros, Quirós Consultores recomienda tener presente estas cuatro claves esenciales para mejorar la disponibilidad de caja sin recurrir exclusivamente a la financiación externa.
- Foco absoluto en la gestión de compras y stock: Ante un contexto de desaceleración de los precios y recomposición lenta de la demanda el foco tiene que estar puesto en comprar lo justo para sostener el negocio, cuidando minimizar los quiebres en aquellos productos que más rotan, concentrando en estos el poder de compra, recuperando “caja” de aquellos productos que tienen baja rotación y evitar los cantos de sirena de nuestros proveedores respecto de la diversificación.
- Distinguir entre gastos fijos, costos variables e inversiones: La naturaleza de los gastos fijos es distinta a la de los costos variables y fundamentalmente a la de las inversiones. Para toda empresa que enfrenta una situación de exigencia financiera tanto por crecimiento como por complejidad de la operación, el poder tener una estrategia distinta para cada una de estas erogaciones es el primer paso hacia la estabilidad financiera.
- Revisar la estrategia de precios y costos: realizar ajustes mínimos en los productos de mayor rotación generan un impacto positivo en la liquidez sin afectar significativamente la percepción del cliente o en el vínculo con el proveedor. Es sano no dar por fija la estrategia con el cliente o las condiciones del proveedor. Los descuentos ofrecidos, la forma en la que se prestan los servicios, las condiciones en las que se recibe la mercadería, etc, todo bajo la lupa buscando aquellos “costos transparentes”. Es decir, costos en los que se incurre pero que el cliente no valora o nosotros no entendemos como relevantes a nuestra operación producen rápidamente mejoras tanto en la rentabilidad como en la calidad/capacidad de servicio Buscamos cambios del orden del 1%. Son “quick wins” que nos abren posibilidades a mejoras mucho mayores.
- Gestión consciente de las cuentas corrientes: No se trata únicamente de los plazos de pago que se ofrecen a los clientes, sino también de evaluar la rentabilidad bruta de cada cuenta para comprender el costo-beneficio de atender a cada cliente. Generalmente, se priorizan las ventas, lo que a menudo implica ofrecer descuentos; luego se analiza el resultado económico global de la empresa, dejando de lado el impacto individual de cada negociación. Finalmente, se abordan los costos financieros asociados a cada operación. Es crucial centrar la atención en aquellas cuentas corrientes que concentran la mayor parte de las deudas. Con pequeños ajustes en los precios o reduciendo los días de cobro (ya sea mediante una gestión activa o revisando los mecanismos de cobranza) producen mejoras significativas en la liquidez.
“La liquidez no sólo es clave para la sustentabilidad de cualquier negocio, ya que garantiza el funcionamiento de la empresa, sino que también impacta en su capacidad de generar riqueza y desarrollo para su entorno. Los problemas de liquidez además, son un gran distractor y consumidor de las energías de los tomadores de decisión”, afirmó Hernán de la Riva, director y socio de Quirós Consultores.
“Estas recomendaciones contribuyen a que las empresas en crecimiento logren tener un mejor funcionamiento y puedan concentrar sus esfuerzos en aquellos puntos de su plan de negocios que son indelegables”, concluyó el experto.
Estas premisas surgen a partir de décadas de experiencia y más de 3.000 casos analizados de empresas de diferentes tamaños, a partir de un enfoque único que se basa en identificar con precisión el problema central de cada organización con foco en el valor que generan, para luego construir un plan de trabajo eficiente que asegure resultados concretos en un plazo determinado.
Este método, conocido como el Método Quirós, permite abordar la complejidad inherente a las empresas, de una manera simple y efectiva.
El método combina un análisis exhaustivo con una visión estratégica que permite alinear los intereses de los propietarios y accionistas con los objetivos del negocio, resolviendo conflictos y optimizando la gestión empresarial, según el momento o etapa en la que la organización se encuentre.